- Su formación se completó por el extranjero, antes de que el Athletic Club nos lo presentase en Primera División. Carlos Merino se dio a conocer con la llegada del presente milenio, aunque luego se fue al Burgos.
Tras un año compitiendo en Segunda, el centrocampista volvió a Bilbao para ganarse el sitio, pero no resultó sencillo. Ante la falta de minutos, Merino tuvo que irse al C.D. Numancia, con el que ascendió a Primera.
Contó con más protagonismo en el equipo soriano, como también ocurriría en su etapa con el Nàstic. El medio bilbaíno probó con Las Palmas y Albacete Balompié antes de salir nuevamente del país, para intentarlo en la liga austriaca con el Wacker Innsbruck y en Grecia con Panthrakikos.
Tuve los primeros cromos de este centrocampista ofensivo que vivió unos inicios bastantes moviditos. Carlos Merino González nació en Bilbao (España), el 15 de marzo de 1980.
Recuerdo al Urdaneta como un buen equipo de la zona vizcaína, en el que Merino dio los primeros pasos antes de partir a Texas. A sus dieciséis años, aquel chaval participaría en un torneo celebrado en Florida en el que destacó, lo que le valió un billete para viajar a Inglaterra.
Pasaría unas pruebas para entrar en la cantera del Nottingham Forest, donde fue concluyendo el proceso formativo. Llegaría el momento de retornar a casa, siendo tentado por ojeadores del Athletic, que le ofrecerían la posibilidad de formar parte de la primera plantilla, que estaba en manos de Txetxu Rojo.
Así es como Carlos Merino pudo debutar en la élite con el equipo de su ciudad. El 10 de marzo de 2001, el cuadro vasco recibía en San Mamés al Villarreal. El choque acabó con empate a uno.
En ese tramo final de la campaña 2000\01, el mediocampista tendría otras apariciones, pero no consiguió convencer. De cara al siguiente curso, el Athletic le propondría salir cedido a otro equipo, y de ahí salió el interés del Burgos C.F., que entonces se hallaba en Segunda División.
Sin mucho que destacar de su paso por el club burgalés, retornó al equipo bilbaíno para buscar más minutos a las órdenes de Jupp Heynckes, pero apenas tuvo oportunidades y acabó desvinculándose de la entidad rojiblanca.
- En mitad del curso 2003\04 se iría al Numancia, donde fue útil para conseguir el ascenso a Primera. Tuvo su mejor rendimiento con el equipo soriano, para el que marcó 5 tantos, los primeros en la alta competición.
El Numancia descendería a Segunda y Merino ficharía por el Gimnàstic de Tarragona, con el que festejó otro ascenso. Con la escuadra catalana disputaría sus últimos encuentros por la división de oro.
Merino jugaría en clubes de Segunda División, como la U.D. Las Palmas o Albacete Balompié. En 2011 saldría nuevamente del país, para probar en Austria con el Wacker Innsbruck y en Grecia con el Panthrakikos F.C. De vuelta por su tierra, Carlos se retiraría en las filas del Portugalete.
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