lunes, 31 de octubre de 2022

¿Te acuerdas de Alen Peternac?


- Gran hallazgo de los ojeadores del Real Valladolid en los años noventa. El croata Alen Peternac tuvo un aterrizaje estelar en la Liga Española, figurando entre los mejores goleadores del campeonato y manteniendo el nivel durante unos años.

Pero este ariete balcánico, con cierto aire al actor Leo Di Caprio, no solamente pasó por el club de Pisuerga, pues también ofreció sus dignos servicios a equipos como el Zaragoza o Real Murcia.
De forma misteriosa, acabó perdiendo juego y puntería por la Segunda División española, y en tierras murcianas terminaría su carrera siendo todavía joven, con treinta años de edad. Las lesiones le amargaron la vida.

- En su mejor momento, más que valorado como cromo, fue valorado como el gran delantero que era, figurando en las listas con grandes atacantes de la época, como los balcánicos Pedja Mijatovic y Davor Suker u otros "killers" como Bebeto, Lubo Penev, Raúl y Pizzi.
En esos coleccionables podíamos apreciar ese parecido con Di Caprio y poco más, ya que el talento que gastaba solo se podía disfrutar en directo. Peternac era un delantero voraz, oportunista y muy técnico. 
Nacido en Zagreb (Croacia) el 16 de enero de 1972, llegaría a España tras haber dado sus primeros pasos con el Dinamo de su ciudad y el HNK Segesta. El Real Valladolid se haría con un grandísimo artillero en 1995.

Estaba Rafa Benítez en el banquillo de Zorrilla cuando Alen empezó a jugar sus primeros partidos por la Liga Española, registrando su primer gol en la quinta jornada de liga, frente al Tenerife.

Al principio le costó adaptarse al tipo de competición, pero llegaría un momento en que los goles entrarían hasta sin querer. Peternac cerraría el torneo liguero de forma espectacular, llegando a marcar cinco goles ante el Oviedo, eso sí, cuatro de ellos de penalti. 
Ese primer año como blanquivioleta fue increíble, dejando el croata 23 tantos que ayudarían a que el cuadro pucelano acabase afrontando la competición de la Copa de la UEFA.

Peternac seguiría viendo puerta durante los siguientes años, aunque bajando un poco el pistón. Las lesiones empezarían a hacer mella en el croata, que terminaría sus mejores años como futbolista por Valladolid, club que abandonó en pleno cambio de milenio, para recalar en el Zaragoza.



- Con la entidad maña disputaría sus últimos partidos por la alta categoría, aunque sería partícipe del triunfo copero del curso 2000\01. Luego se acostumbraría a jugar por Segunda con el Real Murcia.
Y en el conjunto pimentonero dejaría sus últimas dianas. Tras una campaña por Murcia, Peternac acabaría su estancia por España jugando nuevamente para el Zaragoza, que había caído a la categoría de plata.

Así de tristemente acabaría la carrera de Alen Peternac, un grandísimo delantero que llegó a dejar en Primera 55 goles en 162 partidos. Solo el Valladolid pudo disfrutar de su increíble versión devoradora. 

¿Te acuerdas de José Manuel Galdames?


- Uno de los muchos futbolistas que han aportado la cantera de Lezama que llegó a la élite del fútbol español en los inicios de los noventa, incluso antes de que lo hiciera el portugalujo Julen Guerrero.
De muy cerca era Galdames pues, como Javier Clemente, nació en Barakaldo (España), el 15 de junio de 1970. Tuvo sus apariciones con el equipo rojiblanco, pero nunca llegó a ganarse el sitio, y eso hizo que acabase probando suerte por otros clubes.

Pasó por el Compostela, lo intentó por Francia con el Toulouse y acabó su carrera en el Eibar, cuando ya competía en la categoría de plata. En 2002, José Manuel Galdames Ibáñez dejó de jugar al fútbol.

- Eran otros tiempos por el "Botxo" bilbaíno, el merchandising funcionaba muy bien con la marca deportiva Kappa, la que usaba el Athletic Club por entonces. No había mucho "Top Manta" por entonces, pero en los mercadillos de la zona podrías adquirir ropa de esa marca con gran facilidad: pantalones cortos, camisetas, medias y ese chándal que tanto se puso de moda. Parecía que lo regalaban.
Mientras, los domingos íbamos a la Plaza Nueva a intercambiar cromos, y durante aquellos lejanos años noventa ya aparecería el rostro de Galdames, quien debutaría en Primera con Iñaki Sáez, técnico por emergencia.

Galdames debutó en San Mamés el 12 de enero de 1992. Aquella tarde de domingo, el barakaldotarra saldría de inicio ante el Cádiz, y los "Leones" vencerían por un cómodo resultado de 3-1.

El joven defensor dejaría de jugar para el filial y se haría con un sitio en la plantilla del alemán Jupp Heynckes, quien iba a configurar un competitivo equipo en torno a la figura del debutante Guerrero, ídolo rojiblanco de la época.
Trató de ganarse la titularidad en una defensa en la que figuraban los Aitor Larrazabal, Rafa Alkorta y el mítico Genar Andrinua. Obviamente, no sería fácil tener protagonismo.

El Athletic empezaba a luchar por los puestos europeos, y la mejor temporada de Galdames sería la última, pero nunca llegó a establecerse en el equipo. Por ello, el de Barakaldo acabaría jugando en la Sociedad Deportiva Compostela, con Castro Santos de entrenador. 



- Después de aquella cesión por tierras gallegas, Galdames tendría su último año con el Athletic y se quedaría en el club santiagués, donde al menos sí tendría más apariciones. En 1997 ficharía por el Toulouse francés.
Así se acabaría su experiencia en la Primera División española, con un total de 68 apariciones y ningún gol que celebrar. Galdames era un defensa cumplidor y poco más, un defensa central que no lo tuvo nada fácil por La Catedral.

Tampoco sería fácil pasar por la Ligue-1, aunque en dos años casi jugó los mismos partidos que todos aquellos años por la Liga Española. En el año 2000 dejaría el país vecino y volvería a Euskadi, donde se retiraría jugando para el Eibar.


domingo, 30 de octubre de 2022

¿Te acuerdas de Ezaki Badou?


- Legendario portero marroquí que jugó para el Real Mallorca durante seis temporadas, y casi todas ellas en Primera División. Casi siempre se mantuvo en la titularidad, siendo uno de los porteros más laureados que pasaron por las Islas Baleares en toda la historia del club mallorquín. 

Se llama Ezaki Badou (زكي بادو), y ahora es más famoso por su trabajo en los banquillos como entrenador. Lo de su nombre es algo muy difícil de entender, menos mal que las marcas de colecciones no quisieron volvernos locos.
En algunos lugares, su nombre aparece como "Ezzaki" y en otros "Zaki", aunque el último se entiende que es un apodo, en plan abreviado. Ya el apellido nos puede sonar un poco a la web de ligue y cachondeo.

- Pero si hay un alias que le venía más como anillo al dedo, ese era el de "Las Manos de Alá". Parecía cosa de dioses lo que hacía esta guardameta bajo palos, con unos reflejos increíbles y unas paradas que decidían partidos.
Le vimos crecer en cada cromo en el que fue apareciendo su rostro, aunque si hablamos de crecer, deberíamos tener en cuenta el adhesivo de la emporada 87\88. Semejante cabezón que destacaban los coleccionables de aquella época. A veces incluso asustaba. Podéis haceros una idea con la foto final de este artículo.
Nacido en Sidi Kacem (Marruecos) el 2 de abril de 1959, el gran Ezaki en la Association Sportive de Salé. Alcanzó su mayor fama en Casablanca, donde hizo grandes intervenciones con el Wydad Athletic Club.

Con la selección marroquí participó en el Mundial de México 86, y entonces ya no habría dudas para que el Real Mallorca se lanzase a por el fichaje del meta magrebí, que aterrizaría en el viejo Lluis Sitjar tras su actuación mundialista.

Ezaki llegaría a Mallorca para ganarse la titularidad con Lorenzo Serra Ferrer, quien le daría sus primeros minutos el 31 de agosto de 1986, en un partido en Pamplona frente a Osasuna (0-0).
Desde entonces, "Zaki" se convertiría en el guardián de Lluis Sitjar por excelencia. Disfrutó de grnades tardes de fútbol en Primera, pero también lamentaría el descenso de la temporada 87\88. Por suerte, al equipo balear no le costaría más que un año volver a la élite. 

Habiendo ganado el trofeo "Zamora" en Segunda División, el marroquí ya era todo un ídolo en Mallorca, donde se vería respaldado por grandes defensores como Zoran Vulic o Miguel Ángel Nadal.



- Aún tendría tres temporadas más para defender el arco mallorquinista, llegando a intervenir en un total de 133 partidos en la división de oro española, en la que dejaría de competir tras la campaña 1991\92.
Lástima que su final en nuestra liga no fue el que realmente merecieron sus manos. El Real Mallorca perdería la categoría pese a los conocimientos de Serra Ferrer, quien entonces había confiado más en el rumano Bogdan Stelea. Ezaki solo tuvo ocasión a disputar 5 encuentros.

Dejaría el club isleño dejando un grato recuerdo de sus humildes servicios, aunque todavía le quedaba fuelle para seguir jugando un año más, el que dedicaría al FUS Rabat. Ahora ejerce como entrenador.

¿Te acuerdas de Fermín De Luis?


- Se me hace difícil recordar a este futbolista, más que nada, porque en su época no existía el Pay Per View y no se podía acceder a todos los partidos de la jornada. Todo estaba limitado a ver los resúmenes de programas deportivos o esperar a que los canales autonómicos ofreciesen una retransmisión, en mi caso, por la ETB.

Fermín De Luis Marín es ese tipo de futbolista a los que muchos denominan "One Club Man", de los que han representado a un solo club durante toda su carrera. Y este defensor siempre jugó para Club Atlético Osasuna.
No es de esos jugadores a los que se les recuerdan por alcanzar grandes gestas, pero sí cabe reconocer su larga experiencia por la Primera División española, en la que siempre fue "rojillo".

- Algunas de sus fotos en los coleccionables eran realmente contradictorias. En la misma cartulina podía aparecer el rostro de Fermín, con cara de juvenil. Por otro lado estaba la foto de cuerpo entero, esa en la que aparecía tocando el balón y la sensación era la de ver a todo un veterano al que, como mucho, le podría quedar un año de carrera. 
Recuerdo haberme echado muchas risas con los amiguetes a cuenta de aquella curiosa imagen que, además, solo ocurría en los cromos de este futbolista con el nombre más representativo de la festividad pamplonica.
Fermín nació en Lodosa (España), el 22 de enero de 1964. Empezó en las categorías menores de Osasuna, donde terminó su formación para luego debutar en Segunda B con el Promesas, ya en los inicios de los ochenta. 

En 1984 ya daría el salto a la primera plantilla, esperando a que el yugoslavo Ivan Brzic le diese la oportunidad de debutar en Primera División. Y ésta llegaría el 10 de febrero de 1985, en un partido fuera de casa ante el Sevilla que terminaría con victoria osasunista, por 1-2.

A De Luis le aguardaban muchos años por la máxima categoría, así que ya nos acostumbraríamos a verle junto a los cromos de compañeros como Miguel Ángel Sola, Enrique Martín, Eugenio Bustingorri, Sammy Lee y hasta el mismísimo Michael Robinson.
En cuestión de un par de años, el zaguero navarro acabaría ganándose el sitio con Pedro Mari Zabalza. El resto de temporadas sería coser y cantar, pues se mantendría como un fijo de la zaga pamplonica.

Fue precisamente en aquella campaña 86\87 en la que Fermín De Luis iba a marcar uno de los pocos goles que hizo en Primera División, el que le marcó a Las Palmas para vencer en casa por 2-1.



- Pasaron los años y De Luis seguiría acumulando números con un Osasuna que se mantendría en el primer nivel durante muchos años, y el zaguero seguiría en activo hasta la llegada de los años noventa.
Vagamente puedo recordar a este clásico del fútbol español. Parecía un defensa simple, de no correr grandes riesgos. Físicamente era duro, y para muestra está todos los partidos que pudo aguantar de seguido. 

Y así se mantuvo hasta 1992, cerrando con Zabalza en el banquillo esa larga trayectoria en la que solamente representó a Osasuna, dejando en Primera unas cifras de 186 partidos y 2 goles. 

¿Te acuerdas de Nicolas Ouédec?



- Fue uno de aquellos fichajes con los que nos sorprendió el Espanyol durante aquella década de los noventa. Y hablando de fichajes, hay que ver el valor que le dábamos a ese momento en el que abríamos el sobre y nos encontrábamos con un fichaje.
Recuerdo que un fichaje hacía que el valor del cromo se multiplicase a la hora de intercambiar estampas con otros coleccionistas. Nicolas Pierre Ouédec fue uno de esos puntos extra de la campaña 96\97.

Demostró en la Liga Española que tenía gol, pasando dos años en Barcelona, antes de seguir con su carrera en equipos franceses, como el Paris Saint Germain. Colgaría las botas en China, con el Shandong Luneng.

- Este formidable delantero nació el 28 de octubre de 1971 en Lorient, Francia. Empezó jugando para el CS Queven, de donde ya pasaría a la cantera del Nantes, en 1986.
Así, a modo resumido, os diré que era un delantero centro muy de mi gusto. Ouédec era un ariete muy eléctrico, goleador y una pesadilla para todas las defensas rivales. Yo lo definiría como ese clásico ratón de área que siempre ofrecía múltiples opciones para encontrar el gol aunque, preferiblemente, era un tipo de resolver él mismo las jugadas, como debe ser.
Con el Nantes debutó en la élite, ya cuando se avecinaban los años noventa. En sus 150 apariciones con los "Canarios", Ouédec dejó 63 tantos, por lo que no tardaría en contar con buenas ofertas del extranjero.

Ouédec ficharía por el R.C.D. Espanyol en el verano de 1996, cuando Pepe Carcelén se hallaba al mando del equipo "perico". Cosas de la vida, el delantero galo pasaría de ser un canario a un periquito, cual transformación de un Pokémon. 

Su debut en la Liga Española se produciría el 2 de septiembre de 1996, en un choque celebrado en casa frente al Sporting de Gijón. Ouédec se estrenaría como goleador convirtiendo de penalti, pero los asturianos se llevarían los dos positivos al vencer por 2-3.
Recuerdo perfectamente que el francés se convertiría en una de las sensaciones del campeonato, cerrando su primer año por Sarrià con 8 tantos en 27 apariciones.

Al año siguiente mejoraría sus registros, acabando con un tanto más su breve experiencia por la Liga Española. 17 fueron los goles que consiguió anotar para el cuadro blanquiazul, donde no terminaría la década al contar con una gran oferta procedente de su país.



- Y esa propuesta vendría por parte de la directiva del Paris Saint Germain, donde Ouédec se juntaría a buenos futbolistas como Jay-Jay Okocha, Bruno Rodríguez y el veterano arquero Bernard Lama.
Sin embargo, a Nicolas no le iría nada bien con el PSG, contando con escasas oportunidades en la única campaña que iba a jugar para el cuadro parisino. Ni siquiera pudo celebrar goles por el Parque de los Príncipes.

Recuperó algo de gol durante su estancia por Montpellier, donde tendría sus últimas apariciones por la Ligue-1. Después jugaría para RAA Louviéroise y se iría a China, donde se retiraría jugando para el Shandong Luneng.

¿Te acuerdas de Lucian Marinescu?


- Solamente estuvo un año compitiendo por Primera División, así que no pudimos contar con sus cromos durante ese año en el que defendió al Salamanca, club con el que seguiría en la categoría de plata.
Marinescu tendría mayor protagonismo por Segunda, aunque interrumpió su estancia para probar suerte en Portugal, con el Farense. Allá también compitió para Académica Coimbra y Desportivo Chaves. Poco a poco, su carrera futbolística fue terminándose, y no supimos más de él.

Además de su iniciación por su Rumanía natal, este centrocampista pasó por Grecia, donde se retiró con el Akratitos. Lucian Cristian Marinescu nació el 24 de junio de 1972 en la ciudad de Bucarest (Rumanía).

- El caso de Marinescu con sus adhesivos era de lo más extraño, era como si rejuveneciese o envejeciese en cuestión de días. Depende de la foto o cromo que se observara, Lucian parecía tener una edad u otra, y era algo exagerado, la verdad.
Y eso que llegó joven al Salamanca, con 26 años. Anteriormente, Marinescu había estado jugando para el CSM Reşiţa y Rapid de Bucarest. Sus prometedores inicios por la liga rumana le llevaron a ser internacional en 1997.
En la selección compartiría vestuario con grandes profesionales como Gheorghe Hagi, Miodrag Belodedici, Ilie Dumitrescu y Gica Popescu. Algunos de ellos ya habían probado por una Liga Española en la que iba a probar también Marinescu.

Tras ese debut internacional, Lucian Marinescu se presentaría en España para fichar por el Salamanca, que iba a iniciar la temporada 1998\99 con el argentino Miguel Ángel Russo como entrenador.

Marinescu tendría su sitio en una plantilla en la que también se hallaban su compatriotas Bogdan Stelea y Catalin Munteanu, así como buenos jugadores de la talla de Silvani, Martín Vellisca, Dubravko Pavlicic, Taira o Everton Giovanella.
El centrocampista rumano venía para aportar talento a la línea de medios, donde solía actuar como un volante ofensivo, de gran técnica y la fama de ser un buen lanzador a balón parado.

Poco pudimos ver en su única temporada por Primera División. Quizás, su mejor partido fue el primero, cuando el Salamanca recibió a un Deportivo de La Coruña que saldría de El Helmántico goleado por 3-1. Hasta el final de aquel curso, el mediocampista rumano jugaría 9 partidos más, 7 de ellos como titular.



- No fue un buen año para la afición "charra" que vería como el equipo descendería a Segunda División, con el "Lobo" Carlos Diarte como el cuarto entrenador que intentó obrar el milagro. 
Al año siguiente, Marinescu saldría cedido a Portugal y, tras jugar para el Farense, concluiría su pertenencia al club salmantino jugando durante un par de años en la categoría de plata. El rumano nunca llegaría a convencer, y se marcharía de España en 2002, para regresar a la Primeira Liga.

Estuvo compitiendo para el Académica Coimbra, donde parece que recuperó su mejor versión, al menos durante el primer año. Después jugaría para el modesto Chaves, de donde ya saldría a Grecia para concluir su trayectoria profesional con el Akratitos ateniense. 

sábado, 29 de octubre de 2022

¿Te acuerdas de Carmelo Navarro?


- No hay títulos que adornen el currículum de este trabajador del fútbol que se tiró muchos años compitiendo en Primera División, aunque tampoco hacen falta para reconocer su impecable trayectoria.
A medida que se le asomaba la calvicie, este defensor fue dándose a conocer en la élite del fútbol español, debutando en la misma con el Salamanca, y viviendo mejores momentos en sus años como jugador del Real Betis.

También le conocimos como una importante figura de un gran Cádiz en el que estuvo gran parte de su vida deportiva, llegando a terminar la misma por el Ramón de Carranza. También jugó para el Recreativo de Huelva, aunque lo hizo en Segunda División.

- Carmelo José Navarro Careaga fue sencillo hasta para escoger un nombre de guerra, pues pudiendo elegir entre Navarro o Careaga, se quedó con un Carmelo de toda la vida, y así le conocimos.
En la sencillez radicaba ese encanto del típico jugador de los años ochenta; delgaducho, con su bigote y una alopecia que fue asomando mientras competía a gran nivel para el Real Betis. Éste seguro que quedaba con el Tato Abadía para tomarse unos claretes en sus merecidas vacaciones.
Fue un cromo nuestro de toda la vida, un tipo humilde nacido en Murcia (España), el 25 de marzo de 1959. Nunca fue internacional por España y ni falta que le hizo para ser conocido, ya que con el Betis llegaría a competir por Europa.

Pero antes de ser verdiblanco, Carmelo se dio a conocer con el Ural coruñés, pues su familia se instaló en tierras gallegas cuando él era un niño. Llegó a entrenar en las categorías menores del Deportivo antes de que su familia se mudara a Cádiz.

Con el Racing Portuense competiría en Segunda B durante un par de años, para darse a conocer como un trabajador defensa central, no exento de técnica y con habilidad para poder correr por el flanco izquierdo como lateral. A finales de los setenta, el murciano se uniría a la Unión Deportiva Salamanca.

Con Felipe Mesones debutaría en Primera División, en un mal partido celebrado en el Rico Pérez en el que el Hércules sería muy superior (4-0). Aún disputaría 8 partidos más con el cuadro "charro", donde jugó al lado de Jorge D'Alessandro y el "Lobo" Carlos Diarte
No llegaría a tener muchas oportunidades por El Helmántico y, con el descenso, se iba a unir a un Betis donde tendría un par de años más de rodaje, de donde saldría cedido al Recreativo de Huelva.



- Carmelo seguiría teniendo esporádicas apariciones con aquel Betis que se clasificó para jugar la Copa de la UEFA, pero su nivel nunca llegó a convencer y volvió al "Rece", con el que pasaría otros dos años en la categoría de plata.

Donde sí tendría asegurado el puesto el bueno de Carmelo, fue en el Cádiz. En el equipo amarillo se mantuvo titular junto a los Mágico González, Juan José, Oliva, Cabrera y Pedro Jaro, disfrutando durante muchos años del primer nivel.
Su carrera deportiva terminaría en 1994, ya con el Cádiz recientemente descendido a Segunda. En lo que a la alta competición española se refiere, Carmelo disputó un total de 278 partidos e hizo 3 goles.

¿Te acuerdas de Roberto Pompei?



- Fue uno de esos futbolistas que siempre quise ver en mi equipo, un hombre que fue la estrella de un Real Oviedo que todavía daba mucha guerra por Primera División, ya que los años posteriores serían mu complicados.
Pero mientras tanto, en el Carlos Tartiere se disfrutó de un juego espectacular, el que derrochaba este fuerte interior zurdo que marcaba unos golazos a la altura de cualquier crack.

Venía de competir en el fútbol argentino, con equipos como el Vélez Sarsfield, Talleres, Racing de Avellaneda y Boca. Pasó tres años en "La Liga de las Estrellas", en la que él brilló como una más como miembro del Oviedo.

- Era una de esas caras que no se olvidan en la vida, porque daba auténtico miedo. Un cromo del "Tito" Pompei generaba más respeto que El Padrino traicionado por su propia familia.
Y de mafia no sé si este centrocampista sabía mucho, pero sangre italiana sí que tiene, e idea de fútbol un buen rato. Roberto Fabián Pompei nació en Buenos Aires (Argentina), el 14 de marzo de 1970.
Salió de la cantera de Boca Juniors, un club al que regresaría tras profesionalizarse con Vélez Sarsfield y darse rodaje con equipos como Talleres o Racing Club de Avellaneda. Por La Bombonera solamente estuvo un año, lo justo para mostrar su talento, aunque sin gestas que poder festejar.

Nunca jugó para la selección argentina, y eso es algo que ya me extrañó cuando le vi tocar el balón en sus primeros pasos por la Liga Española, debutando en la misma a las órdenes de Washington Tabárez, en un duelo ante el Mérida en el que ya hizo su primer gol. 

En su primer año, a Pompei se le carían los goles de los bolsillos, registrando 9 dianas y respaldando el ataque de jugadores como "Juanchi" González y el panameño Dely Valdés. Aquel Oviedo daba miedo.

Ya con Fernando Vázquez de entrenador, parece que su rendimiento se vio afectado, y eso lo notaría la afición carbayona con el escaso protagonismo que aportaba en ataque el medio argentino.
Aún así, siempre había algún partido en el que Pompei sacaba su talento a pasear. En el Carlos Tartiere se pudo disfrutar de su fútbol durante tres temporadas, puesto que en el año 2000 decidiría regresar a su Argentina natal para jugar en el Estudiantes. 



- Aquel Oviedo se resentiría de la marcha de jugadores tan importantes, aunque también haría daño la delicada situación económica del club. Cuando me viene este equipo a la cabeza, me viene el recuerdo de la figura del Tito Pompei.
Continuó su carrera jugando para otros clubes argentinos como Chacarita Juniors, Arsenal de Sarandí, Huracán y el modesto Centenario. En 2008, el interior argentino dejaría el fútbol para luego empezar como entrenador.

Podemos mirar sus cromos hasta desgastarlos o recordar el buen fútbol que lució por la Liga Española, en la que Pompei dejó unos números de 16 goles en 96 partidos. 


viernes, 28 de octubre de 2022

¿Te acuerdas de Miroslaw Trzeciak?


- Tuvo más tiempo en Segunda División con Osasuna que en Primera. Digamos que a este delantero le dio tiempo a sacarse las fotos para los coleccionables, hacer las maletas y poco más. Fue sin duda uno de esos tantos fiascos de La Liga.
Es uno de los tantos jugadores de origen polaco que pasaron por Pamplona durante aquella época, pues ya tenía los ejemplos de los Roman Kosecki, Jan Urban, Ryszard Staniek y Jacek Ziober

Venía de hacer una ejemplar carrera por equipos como el Lech Poznan, BSC Young Boys y ŁKS Łódź, ya que su estancia por Israel aún fue peor que la que tuvo por El Sadar. Se retiró en España, pero jugando en el Poli Ejido.

- Mirosław Wojciech Trzeciak fue un delantero que en sus inicios demostró ser goleador, aunque también tuvo que cumplir como extremo derecho en algunas ocasiones.
Aunque en sus cromos salía siempre sonriente y feliz, algo pasaba con el objetivo que su cabeza daba miedo, parece que iba a salirse del marco o darte un cabezazo directamente. Tampoco es que el bueno de Trzeciak fuera generoso de perímetro cerebral, pero cierto es que el fotógrafo se acercaba tanto que al final parecía la foto de un popular ninot. 
Este jugador nació en Koszalin (Polonia), el 11 de abril de 1968. Saldría del Gwardia Koszalin para lucirse en la Ekstraklasa con el Lech Poznan, para el que hizo 45 goles en 162 partidos.

Probaría suerte en Suiza con el BSC Young Boys, donde no le daría tiempo a brillar como en su tierra, a donde volvería de nuevo para pasar una campaña más jugando por Poznan.

Llegaría a España en 1998, después de unos meses en el Macabi de Tel Aviv y tras confirmar su olfato goleador en su país con el ŁKS Łódź, al que dedicó 27 tantos en 56 partidos. Con esa gran fama, la directiva de Osasuna presentaría al que pretendían que fuera el nuevo Kosecki rojillo. 

Su primer año ni tan mal. Con Enrique Martín de entrenador, Trzeciak marcaría 7 tantos para Osasuna, aunque éstos no serían suficientes para alcanzar el ascenso a Primera División.
El objetivo sí se iba a cumplir en la temporada 1999\00, con Miguel Ángel Lotina. El atacante polaco solamente podría contribuir con 3 dianas, ya que por delante de él estaban otros artilleros como Iván Rosado o el serbio Dejan Markovic. Eso sí, Miroslaw al fin iba a debutar en Primera.



- Trzeciak tendría tiempo a debutar y poco más. Lotina le concedería 10 apariciones en la división de oro, en la que el punta polaco no pudo estrenarse como goleador. Tampoco tendría tiempo como para lograrlo.
Concluiría aquella campaña 2001\02 chupando banquillo, festejando junto a sus compañeros la permanencia en la categoría, aunque él ya no iba a seguir en nómina. A sus 34 años, Trzeciak tendría que empezar a pensar en el retiro profesional.

Volvería a competir en Segunda División, aunque esta vez con el Poli Ejido. En el equipo almeriense estaría un par de campañas, en las que al menos pudo dejar sus últimos goles por suelo español. 

¿Te acuerdas de Srdjan Bajcetic?


- Le llamaban "El Francescoli de los Balcanes", aunque su calidad pasó tímidamente por Balaídos, en un Celta que fue el único club español al que representó. Hay quien aseguraba que este serbio tenía una calse similar a la del uruguayo Enzo Francescoli, pero eso no pudo demostrarlo por España.

El impronunciable Serdjan Bajcetic (Срђан Бајчетић) nació el 7 de noviembre de 1971 en Zrenjanin (Serbia). Salió de la Vojvodina y, tras su paso por el Celta, jugó para uno de los grandes en su país, el Estrella Roja.
Durante sus últimos años en activo jugó por China, en equipos como el Dalian Shide y Hunan Shoking. Regresó después a Vigo para montar un pequeño negocio y allí se instaló. Su hijo Stefan apunta maneras.

- Como seguidor del Celta que soy, reconozco que sus cromos solo me pueden traer buenos recuerdos, además le conozco en persona y me parece un buen tipo. Doy fe de que escondía esa calidad de la que se hablaba, pero la escondió tanto que no pudimos disfrutar de ella.
Este centrocampista no inspiraba mucha confianza con la imagen que figuraba en sus cromos, con una pose muy poco alegre, con muy poca pinta de futbolista, la verdad. Entrañable era esa foto en la que figuraba en otra clase de cromos, con los edificios de la ciudad olívica por detrás, imágenes del día de su presentación como nuevo fichaje. Esa foto quedaba muy cuca, salía muy hogareño él.
Dejaría Novi Sad en 1994 para sacarse esas fotos de persona tan cercana de la que os hablo. Llegó a Balaídos y causó sensaciones muy positivas por la fama que arrastraba, pero poca cosa llegamos a ver de Bajcetic.

Sus inicios en el conjunto vigués no fueron nada fáciles, ya que el serbio se lesionó de gravedad. Esto le perjudicó claramente su carrera con el R.C. Celta. Además, Bajcetic no contó mucho para Carlos Aimar y tampoco logró adaptarse del todo al fútbol español.

Su progresión en el Celta iría luego en ascenso, con la llegada de Castro Santos. El serbio llegó a ser un referente del conjunto celtiña, aunque de nuevo la mala suerte se cruzaría en su camino. Srdjan sufrió una rotura parcial del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha y quedó tocado.
Srdjan Bajcetic pudo ser un jugador destacado como lo fueron Vlado Gudelj o Milorad Ratkovic, pero su suerte fue diferente a la de sus antiguos compatriotas, quienes también hicieron vida en Vigo.

El último partido de "Bajcetcoli" con el Celta, antes de fichar por el Braga, fue en el Almendralejo, en un partido en el que los vigueses salieron derrotados por 2-0 ante el modesto Extremadura.



- Tras su paso por Portugal (donde coincidió con Castro Santos), Bajcetic jugaría de nuevo para el Estrella Roja, donde permanecería dos años y medio, hasta el 2001. En Belgrado parece que le fue mejor.
Luego llegaría esa etapa que cumpliría por China para finalizar una carrera que pudo ser mejor de no haber sido por las lesiones. Aún así, el mediocampista balcánico llegó a disputar 29 partidos en Primera División, y además tuvo la ocasión de marcar tres goles para el Celta.

Fue uno de los grandes fiascos de nuestra liga, otro futbolista que será más recordado por su aparición en los cromos que por otra cosa, o al menos será así para aquellos que no son seguidores del Celta.

¿Te acuerdas de Atila Kasac?


- Desde luego, se le recuerda más por su aparición en un cromo que por lo que ha jugado, al menos en España. Ni siquiera llegaría a cumplir su segundo año de estancia en el C.D. Logroñés, al que llegó a mediados de los noventa.
Conoció la Primera División española y sufrió el descenso a Segunda, sin mucho más que aportar al conjunto riojano, de donde se marcharía para probar fortuna en Hungría, con el Budapesti Vasutas Sport Club.

Una de las mayores dudas sobre sus impresiones en cartón o adhesivo viene motivada por su nombre. Se llama Atila Kasac (Kasać y Атила Касаш, en cirílico). En otros medios aparece como Atila Kasas o Kasaš, y aún cabe señalar que en Hungría se le conocía como (Attila Kaszás).

- Tanto lío con el nombre, causaba que las diferentes compañías de colecciones se liaran y en cada una apareciera con cualquiera de los ejemplos que anteriormente señalo y como se puede comprobar en las siguientes diapositivas.
Otra apreciación era la de su aspecto físico, y no me refiero a su cierto parecido con el actor español Fernando Tejero, ya que entonces ni sabíamos de su existencia. Recuerdo que Kasac despertaba respeto por esas largas melenas y su esquelético rostro, lo que le hacía parecer un peón de barraquilla veraniega. 
Siempre discutíamos por ese enorme lunar que tenía entre la nariz y el labio superior. Algunos llegamos a pensar que se trataba de un error de impresión, hasta que otra estampa diferente corroboraba su natural marca de nacimiento, ya que no recuerdo que las cámaras le enfocasen a menudo.

Vayamos al turrón. Atila Kasac (Kasas o Kaszás) nació en Bečej (Serbia), el 21 de septiembre de 1968. Entonces, Yugoslavia existía y no generó la huida de los balcánicos que fueron repartiéndose por las demás ligas extranjeras, o al menos no se marchaban por ello, sino para triunfar.

Kasac venía de iniciarse con la prestigiosa Vojvodina y de jugar para el equipo de su ciudad, el OFK Bečej. Parece que fue una recomendación de Blagoje Paunovic, un compatriota que iniciaría la campaña 94\95 como técnico del Logroñés, padre de otra vieja cara de nuestra Liga, Veljko Paunovic.
Resulta que Blagoje iba a durar menos en Las Gaunas que nuestro protagonista, al que hizo debutar un 18 de septiembre de 1994. El serbio fue titular en el Sánchez Pizjuán, donde los riojanos perderían por 1-0.

Aquella tarde no se pudieron ver sus goles. Bueno, no se vieron aquella tarde ni ninguna otra por la Liga, y eso que Kasac venía bien reputado por ser un delantero goleador y muy técnico con el balón en los pies.



- Participó en 11 partidos de liga con el extinto Logroñés, donde coincidió con sus compatriotas Dejan Markovic y Nebojsa Gudelj. El último es padre de Nemanja Gudelj, actual jugador del Sevilla F.C. y que nada tienen que ver con el bosnio Vladimir Gudelj, jugador de moda en el Celta por entonces.
A muchos balcánicos les fue bien por nuestra liga, pero ese no fue el caso de Kasac, que terminó sufriendo el descenso de su equipo y abandonándolo con más pena que gloria cuando se hallaba en Segunda.

Fue entonces cuando se fue a Hungría para convertirse en Attila Kaszás. Allá jugó para el Budapesti Vasutas durante unos meses, aunque pronto retornó a su Bečej natal para colgar las botas. Parece que el fútbol no era lo suyo. 

¿Te acuerdas de Pedro Jaro?

 

- Se quiso ver más de Jaro cuando jugó para dos de los clubes más poderosos de la Liga Española, pero le faltaron oportunidades, tanto en el Atlético como en el Real Madrid. Tampoco eran los mejores años de ambos equipos.
Sí pudo brillar en el Real Betis, con el que fue "Trofeo Zamora" a mediados de los noventa. En el equipo verdiblanco tuvo tres temporadas, además de las dos que vivió por Málaga y una larga estancia en el Cádiz C.F.

Pedro Luis Jaro Reguero desarrolló toda su carrera por España, y es que en aquella época, los jugadores españoles se empeñaban en seguir apareciendo en nuestras colecciones de cromos. A Jaro nunca le dio por probar en el extranjero.

- Este arquero fue un mítico en nuestros álbumes de cromos, empezando por sus primeras fotos en el Cádiz, en las que con ese mostacho parecía el mismísimo Paco Lobatón.
Pero Jaro no buscaba a nadie, como hacía el reputado periodista español. Lo que buscaba era un sueño como futbolista,... ¡y vaya si lo logró!. Nació en la capital española de Madrid, el 22 de febrero de 1963 y tuvo sus primeros pasos con el Moscardó, donde se formó como futbolista.
Una de las estampas más llamativas de este jugador fue la que veréis más abajo, cuando fichó por el Real Betis y en la imagen de cuerpo entero aparece con ropa del Real Madrid, su anterior club. Pero bueno, eso ocurría mucho en las colecciones de aquella época.
Centrándonos en lo meramente futbolístico, Pedro era un arquero de los de toda la vida, un tipo seguro de los que no arriesgaban demasiado. Lo malo es que alguna cantada solía salirle de vez en cuando... y de las gordas.

Sin embargo, era un portero que gustaba, y así es como consiguió llegar a profesional, fichando por un Cádiz ascensor con el que debutaría en Primera División, por la oportunidad que le concedió Benito Joanet en un partido a domicilio ante el Mallorca (1-1).

Jaro tendría más protagonismo con el segundo ascenso, y así fue como se le empezaría a conocer mejor en nuestra liga, pasando varios años en la máxima competición, primero con el equipo gaditano y más tarde con el Málaga.

Sus actuaciones gustaron a la directiva del Real Madrid, club al que se uniría en 1990. John Benjamin Toshack le concedería algunas apariciones, así como los demás entrenadores que pasaron por aquel irregular equipo blanco. Sin embargo, Jaro se toparía con la figura de Paco Buyo, indiscutible en el Bernabéu. 
Pudo celebrar algunos títulos en su tiempo como jugador "merengue", los únicos de su carrera y en segundo plano, eclipsado siempre por Buyo. Aquel Madrid solo ganaría una Copa del Rey y dos Supercopas nacionales.



- Se marcharía de la capital en 1994, para luego vivir una dulce etapa con el Betis de Lorenzo Serra Ferrer. Pedro Luis Jaro se acabaría adjudicando el "Zamora" en su primer año como verdiblanco, por ser el portero menos goleado del campeonato.
Con la llegada de Antonio Prats, el experimentado meta madrileño perdería el sitio, aunque tampoco iba a permanecer mucho más tiempo por el Benito Villamarín. En 1997, el Atlético llamaría a su puerta.

Pedro Jaro solo tendría tiempo a jugar tres partidos más en su carrera profesional, siendo la sombra de Molina en los dos años que estuvo como meta rojiblanco. A finales de los noventa, Jaro desaparecería de nuestros álbumes. 

¿Te acuerdas de Diego Latorre?


- Otro ídolo de la infancia de cualquier chaval, tanto en su Argentina natal como lo que vivió en la Liga Española, donde jugó para un pelón C.D. Tenerife que durante aquellos años fue capaz de aguarle dos festejos al Real Madrid.
Fue una de las ocurrencias de Jorge Valdano, quien entonces fue el director de ese "Tete" tan fabuloso que manejó grandes futbolistas como el que hoy recordamos: Diego Fernando Latorre.

Con nombre "maradoniano", este atacante argentino salió de Boca para probar en Italia con la Fiorentina, de donde ya llegaría a España. Jugó también para el Salamanca, y luego continuó con su carrera por otros países como México o Guatemala.

- Hubo una carta que fue el cachondeo popular de las colecciones de la Liga Este, que es la que veis a la izquierda de estos párrafos. En la imagen podemos observarle de espaldas y con un primer plano de su rostro un tanto cutre, con tirita y todo.
Ese esparadrapo podría ser consecuencia de un incidente doméstico o de un afeitado demasiado exigente que derivaría en un corte tremendo, y es que otra cosa no, pero este futbolista tenía pelo a mansalva. Era como una versión desaliñada del cantante Sergio Dalma.
Pero también tenía mucha calidad, por algo le llamarían "Gambeta". Lo cierto es que Latorre era un delantero de gran movilidad, con acierto de cara al gol y una técnica que se le caía de los bolsillos.

Latorre nació en Buenos Aires (Argentina), el 4 de agosto de 1969. Un ojeador le llevaría a jugar para las categorías inferiores de Boca Juniors, donde crecería como futbolista y conseguiría debutar como profesional. 

Ganó varios títulos en sus primeros pasos como futbolista, fue máximo goleador de la liga argentina en 1992, y pronto se atrevería con su primer reto en el extranjero, cuando ya había debutado con la selección albiceleste. En 1993, Dieguito aterrizaría en la isla española de Tenerife para iniciar sus andanzas por La Liga.

Valdano le haría debutar en Primera con el Tenerife, tras su cortísimo paso por la liga italiana con la "Fiore". Latorre no conseguiría adaptarse de buenas a primeras al fútbol europeo, puesto que en su primer año como "chicharrero", no fue capaz de estrenarse como goelador.
Desveló toda clase de dudas al año siguiente, anotando 7 tantos sintiéndose cómodo entre sus compatriotas Fernando Redondo, Ezequiel Castillo y Óscar Alberto Dertycia. Al fin Latorre despegaría en la isla.



- Aquel gran equipo se iría desmoronando poco a poco, fue uno de los últimos en abandonar aquel barco que navegaba bajo la dirección de Jupp Heynckes. Apenas tuvo oportunidades con el técnico germano, y el resto de la temporada 95\96 la cumpliría cedido en el Salamanca.
Por eso no habría cromo de Latorre con la camiseta del equipo salmantino, porque llegó en el mercado invernal para despedirse de la Liga Española anotando un último tanto de su firma y sello.

Ya lejos de España, "Gambeta" Latorre seguiría jugando por Argentina, México e incluso Guatemala. Pasaría por Cruz Azul, Rosario, Chacarita Juniors, Club Celaya, Comunicaciones, Dorados de Sinaloa y Alacranes de Durango, donde se retiró en 2005.

jueves, 27 de octubre de 2022

¿Te acuerdas de Ilshat Faizulin?


 - Hubo un tiempo en el que al Racing de Santander le dio por pescar en el fútbol ruso, tal fue la debilidad, que durante los años noventa llegaron a acumular en su plantilla varios jugadores con orígenes soviéticos.
Yo lo llamaba el "Racingrado", y en él descubrimos a grandes jugadores como Dmitri Rádchenko, Andréi Zigmantóvich, Serguéi Shústikov, Dmitri Popov y Vladimir Beschastnykh. Otro que pasó por allí fue Faizulin.

Este delantero tuvo un largo peregrinaje por diferentes ligas europeas, y en España llegó a defender los colores de Racing, Getafe, Villarreal y algún que otro equipo modesto. También pasó por Portugal y Turquía.

- Se llama Ilshat Galimzyanovich Faizulin (Ильшат Галимзянович Файзулин), aunque la traducción del cirílico y el propio idioma nos jugó malas pasadas a la hora de escribir correctamente su nombre. 
Como podéis ver en las imágenes de su estampa, su nombre podía ser escrito como "Faizulin" o "Faisulin", aunque también me he encontrado con "Fayzulin" o "Fayzulyn". Yo le llamaba "Il Satélite", por la fácil transformación de su nombre de pila, Ilshat.
Aclarado este punto, aclaremos que este delantero nació en Ósinniki (Rusia), el 5 de marzo de 1973. Al principio jugaba a hockey sobre hielo, pero con el fútbol demostró que era un menudo delantero con artes y maneras de crack. Lástima que el fútbol quiso llevarle la contraria. 

Solamente se le pudo ver jugar un partido internacional con la selección rusa, e incluso tuvo tiempo a jugar para extinta Unión Soviética, aunque en niveles menores. Entonces competía en la fría Rusia para el CSKA Moscú.

A España llegó a mediados de los noventa, para unirse a un Racing de Santander en el que le esperaba Vicente Miera para hacerle debutar. En Sarrià y frente al Espanyol, Faizulin nada podría hacer gol, y los catalanes vencerían por 1-0.
En su tercera aparición liguera sí mojaría, para ayudar a su equipo en una sufrida victoria ante el "Super Dépor" en Riazor (3-2). Faizulin cerraría su mejor año en Primera con 6 dianas en 33 partidos.

Después de un año más jugando para el equipo cántabro, el ruso se marcharía a un Villarreal que militaba en Segunda y con el que logró ascender a la máxima categoría, aunque solo pudo contribuir con un tanto. Alcanzado el ascenso, Ilshat se marcharía a Portugal, para jugar en el Alverca y Farense.



- No tardaría mucho en reaparecer por España, ya que en el 2000 ficharía por un Getafe que también se hallaba en la categoría de plata, y para el que Faizulin marcaría 6 goles. Eso sí, fue un año marcado por el descenso a Segunda B.

A raíz de su marcha del Getafe se le perdería un poco la pista. Jugó para el Dínamo de San Petersburgo y Metallurg Lipetsk antes de abordar años de fútbol amateur en su retorno a tierras españolas.
Ilshat Faizulin jugaría para humildes clubes como el Bezana, Crevillente Deportivo, Redován, Gimnástica de Torrelavega y Ribamontán. En 2007, el delantero de Ósinniki dejaría el fútbol. 

¿Te acuerdas de José Luis Zalazar?


- Uruguayo de nacimiento, fue una de las caras más populares de nuestra querida y, siempre tan esperada, Liga. De hecho, poco le debieron ver jugar por su país, ya que pronto se buscó la vida por México, de donde llegaría a la "Madre Patria".
Jugó para Cádiz, Espanyol, Racing de Santander, Albacete e incluso Quintanar del Rey. Con la mayoría de estos clubes compitió en la Primera División española, por lo que fue una de las caras más populares de nuestros cromos.

Tanto apego tiene a España, que José Luis tiene aquí su casa. De hecho, sus hijos Rodrigo y Kuki Zalazar son profesionales de este deporte. El primero nació en Albacete, mientras que el mayor también es uruguayo.

- Ya sabemos que algunos compañeros de vestuario suelen ser bastante crueles, y por ello a este centrocampista le apodaron "Cabeza" u "Oso". Yo seré bueno y os contaré que se llama José Luis Zalazar Rodríguez.
Viendo su foto, creo que no hace falta explicación alguna de los motes que le pusieron al bueno de Zalazar, un cerebro de la medular que tenía un potentísimo disparo y un manejo de balón digno de los mejores cracks del fútbol mundial.
Será por ello que jugó en cuarenta ocasiones para la selección charrúa, aunque por sus años en España, bien podría haber dedicado su tiempo a "La Roja". Este profesional de indudable calidad nació el 26 de octubre de 1963 en Montevideo (Uruguay). 

Así, a voz de pronto, me surge una pregunta que nunca me supe contestar: ¿Por qué todos los uruguayos nacen en Montevideo?. En fin, mientras espero alguna respuesta, seguiré tratando sobre el mítico José Luis Zalazar.

Empezó jugando para Peñarol en su país pero, ya a mediados de los ochenta, Zalazar se plantaría en México para probar fortuna en el Tecos. Tras un año de baile por Guadalajara, el doble del cantante Chayanne aterrizaría en España para fichar por el Cádiz.

Debutaría en la Liga Española al lado de Mágico González y otras leyendas como Carmelo, Jaro y Juan José, compitiendo bajo el favor de su compatriota Víctor Espárrago, quien tuvo la genial idea de presentárnoslo. 
Consiguió dos importantes ascensos a Primera con Espanyol y Albacete Balompié. En el último pasaría varios años de su carrera contando con el beneplácito de Benito Floro, quien le concedió galones para ser el comandante de ese famoso "Queso Mecánico" que tanta guerra dio en "La Liga de las Estrellas".



- Zalazar disfrutaría durante muchos años de la división de oro española, siendo uno de los grandes centrocampistas durante años y gozando de una buena reputación que le haría figurar en la agenda de varios clubes.
Uno de esos equipos que se benefició del descenso del "Alba" en 1996 fue el Racing de Santander, que contaría con los servicios del charrúa durante una temporada, para después volver a Uruguay, donde representó a Nacional. En 1998, el medio charrúa ya estaba de vuelta en España, y otra vez en el Carlos Belmonte.

Escasos partidos disputaría en la categoría de plata con el Albacete, de donde ya se iría al modesto Quintanar del Rey, y ahí colgaría sus erosionadas botas de fútbol. El uruguayo tuvo en Primera 252 apariciones e hizo 67 goles.

¿Te acuerdas de Salvador Ribes?

- Fue parte importante de aquel Castellón que en 1981 consiguió ascender a Primera División, pero no debutaría en la misma con los "ore...