- Ya desde muy joven, Alberto Rivera tuvo la posibilidad de debutar como profesional. Lo hizo con el Real Madrid C.F., cuando el jugador era una contrastada perla del club blanco que seguiría creciendo con el filial.
Estuvo muchos años compitiendo por niveles menores y contó con más opciones como madridista, pero la falta de minutos le obligó a cambiar de aires, incluso yéndose hasta Francia para unirse al Olympique de Marsella.
En Primera División representó también a C.D. Numancia, Levante, Real Betis y Sporting de Gijón. En la alta competición sumó un total de 282 partidos en los que anotó 10 goles. Con el Elche C.F. celebró un ascenso antes de retirarse en la división de oro, cuando ya tenía 35 años.
- Hemos visto muchos adhesivos de jóvenes talentos madridistas durante las últimas décadas. Algunos se asientan en el nivel superior y otros no. Este mediocampista manchego posó para varias camisetas de La Liga.
Alberto Rivera Pizarro nació el 16 de febrero de 1978 en Puertollano, Ciudad Real (España). Era un niño cuando se educó en el fútbol base del Real Madrid C.F. A mediados de los noventa ya ascendería al conjunto filial.
No pasaría mucho tiempo entre su debut con el Castilla y sus primeros minutos con la plantilla de mayores. Fue Jorge Valdano quien llamó al chaval para sus primeras concentraciones con los profesionales.
Se estaba terminando el curso 94\95 cuando el canterano se vio pisando el césped de Balaídos para preparar su debut en Primera División. En aquella penúltima jornada, Rivera tuvo sus minutos para colaborar en la victoria merengue frente al Celta de Vigo (0-2). Uno de los goles fue suyo.
Tras aquella inolvidable cita, el centrocampista tuvo que acostumbrarse a otras lides, compitiendo para el filial en Segunda División B y en Segunda, una categoría a la que se ascendió en la campaña 95\96.
Rivera tendría más oportunidades con la llegada del nuevo milenio, aunque antes probaría en un Numancia con el que amplió su experiencia en la alta competición. Después ya contaría para Vicente del Bosque.
Contó con más apariciones en Liga, en Copa y hasta en la Champions League. No acabaría el curso 2001\02, que fue cuando el Madrid se coronó campeón de Europa. Rivera no estaba en la disciplina blanca porque se fue cedido al Olympique de Marsella, con el que conoció la Ligue-1.
- Ya no volvería a calzarse la elástica blanca, en cambio, si conseguiría competir en Primera, y durante muchos años. Rivera fichó por el Levante U.D., con el que consiguió ascender al máximo nivel en 2004.
Después pasó por un Betis en el que tuvo una larga estancia para incrementar su participación en la alta competición, hasta que se descendió en 2009. Lo mismo le ocurriría en su experiencia con el Sporting de Gijón.
Alberto Rivera ya era un veterano curtido en mil batallas que tendría la última posibilidad de competir entre los más grandes. Fichó por el Elche en 2012, donde fue indiscutible para lograr su último ascenso, el que le llevaría a sumar sus últimos partidos por el nivel superior.
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