- Me llamó mucho la atención el día que Radimov se llamó malo a sí mismo, y todo porque Txetxu Rojo no contaba mucho con él. Sobre todo me sorprendió porque a mi siempre me pareció un gran jugador, un centrocampista duro físicamente y con sobrada técnica para triunfar.
Durante años jugó para el Real Zaragoza, así que solamente podréis tener cromos suyos con la elástica blanca del equipo maño, con el que estuvo jugando durante cuatro años en Primera División.
Malo no era, pero surte tampoco tuvo mucha. Radimov se marchó de Zaragoza justo en el año que se proclamaría campeón de la Copa del Rey, aunque fue para jugar cedido en el Dinamo de Moscú. Y en su Rusia natal terminó su carrera.
- Muchos fueron los jugadores rusos que desfilaron por la Liga Española durante aquellos años noventa, y algunos de gran calidad: Aleksandr Mostovoi, Igor Lediakhov, Dmitri Rádchenko, Valeri Karpin... Vladislav Nikolayevich Radimov (Владисла́в Никола́евич Ради́мов), sería uno de tantos.
Este centrocampista nació el 26 de noviembre de 1975 en San Petersburgo (Rusia). Uno de los pioneros de la selección rusa, salió del Saturn de su ciudad para fichar por el CSKA Moscú, donde explotaría como uno de los mejores mediocampistas de la liga rusa.
Vladislav llamaría la atención de los ojeadores del Real Zaragoza, que en 1996 le llamarían para firmar contrato con la entidad maña. Un hombre de la casa, Víctor Fernández, sería quien nos lo presentaría en la Liga Española.
El 8 de septiembre de 1996, Radimov sería titular en la visita al Sánchez Pizjuán, donde los maños harían un buen partido y sacarían la victoria por 1-2. El ruso sería de lo mejor del equipo.
Radimov seguiría contando con la titularidad, pero la marcha de Víctor Fernández y la llegada de Víctor Espárrago le iba a perjudicar, pues sería relegado al banquillo por el preparador uruguayo.
Fue curioso ver como un jugador que llamaba la atención en sus inicios de repente se vio chupando banquillo, pero eso es lo que le iba a esperar en sus siguientes años por La Romareda. Aún con Luis Costa de entrenador, el de Leningrado cumpliría con bastantes apariciones.
Malo sería para sus intereses la llegada del vasco Txetxu Rojo, quien a lo largo del curso 98\99 solamente tiraría del ruso en cuatro ocasiones, lo que iba a suponer su fin con la entidad zaragozana.
- Entonces fue cuando llegaron las preguntas, y Vladislav Radimov declaró ante cámaras que "no jugaba porque era malo, o porque el míster creía que era malo".
Con esas declaraciones fue desapareciendo la figura de Radimov, un jugador que pasó cuatro años en Zaragoza para tener un total de 63 apariciones en la alta división española, en la que al menos dejó 5 goles, eso sí, cuando nos parecía bueno.
Tras cumplir aquella cesión en el Dinamo de Moscú, el centrocampista tendría un breve paso por la liga búlgara y acabaría su trayectoria jugando para equipos como el Krylia Sovetov y Zenit.
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