- Hablemos de uno de esos futbolistas que han llegado a representar a dos eternos rivales. En este caso, nos referiremos al derbi asturiano entre Oviedo y Sporting de Gijón, un clásico que echamos mucho de menos en Primera.
Bango jugó para los dos clubes más importante del Principado, iniciándose en la entidad carbayona para darse a conocer en la élite, en la que también competiría unos años con el Sevilla F.C.
Después llegaría su etapa como jugador del Sporting, donde estuvo tres años antes de volver a cambiar el rojiblanco por el azulón. Así, Bango completó en Primera unos números de 321 partidos y 49. Como otros grandes de nuestro fútbol, se retiró en México con el Atlético Celaya.
Sin necesidad de estar federado, empezaría a jugar al fútbol con otros chavales gijoneses, y luego en empezó a tomarse más en serio este deporte en el fútbol base del Colegio Inmaculada. Ya en 1987, Bango entraría a formar parte del Real Oviedo.
En cuestión de meses, Ricardo iba a tener la opción de debutar para el primer equipo oviedista, en un duelo de Segunda fuera de casa ante el Castellón, contra el que se empató a uno.
Ya con Vicente Miera, tendría más minutos y se conseguiría ascender al máximo nivel en 1988. El 3 de septiembre de ese año, veríamos los primeros minutos de Bango, que sería titular en el Carlos Tartiere frente a la Real Sociedad, a la que se vencería por 1-0.
En su primer año por la alta competición dejaría dos goles, pero aún mejor serían las próximas campañas, en las que el medio gijonés llegaría a superar sus registros con 5, 11 y 8 goles.
Bango ya había hecho mucho en su carrera, lo justo para debutar con la selección nacional y llamar la atención de mejores clubes de la Liga Española. En 1992, el asturiano se marcharía del Oviedo para fichar por el Sevilla, donde estuvo tres temporadas yendo de más a menos.
En 1995 se uniría al equipo de su ciudad: el Sporting. En El Molinón recuperaría el prestigio perdido por tierras andaluzas, siendo un jugador determinante para los diferentes entrenadores que por allí pasaron.
Ya era veterano y poco más podría aportar en la Liga Española, más allá de seguir apareciendo en nuestras colecciones, como un cromo que llegó a posar con las camisetas de Oviedo y Sporting.
Sufrió el último descenso con el equipo carbayón en 2001, para luego probar en el extranjero antes de retirarse. Al igual que otros como Emilio Butragueño o Hugo Sánchez, Bango jugó sus últimos partidos en la liga mejicana con el Atlético Celaya.
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