- Jugador que me toca de muy cerca, por proximidad de crecimiento y por haber jugado para el equipo del que soy seguidor. Además, se llama como yo. José María López Etxeberria, se dio a conocer en el mundo del balompié como "Josema", siendo un lateral zurdo que también funcionaba por la otra banda.
Empezó jugando para modestos equipos de su zona y llegaría al Alavés para formar parte de la cantera del Athletic de Bilbao. Sin opciones con el primer equipo "zurigorri", Josema se marcharía a la U.D. Salamanca.
Con el equipo castellano debutaría en Primera División y, por tanto, debutaría como adhesivo de nuestras colecciones. Con el Celta saboreó las mieles de Europa, terminando en un Osasuna con el que ascendió a Primera.
- El suyo es uno de esos cromos que siempre he tenido, en todas las colecciones y en todas sus versiones, sobre todo mientras fue jugador céltico. También recuerdo su estampa como miembro del Salamanca.
Pero antes de todo eso, Josema se buscó la vida por su tierra. Este lateral nació el 16 de enero de 1969 en la localidad guipuzcoana de Hernani (España). De niño empezaría jugando para el CAD Puerto.
Siempre dije que este jugador tenía más fachada de central que de carrilero. No se solía complicar defendiendo, y tampoco era muy técnico. Tras pasar por el C.D. Hernani, ficharía por el Deportivo Alavés.
Con el equipo "babazorro" competiría en la división de bronce a lo largo de la campaña 90\91. Tal fue su rendimiento, que los directivos del Athletic Club fueron a invitarle para seguir creciendo en Lezama, donde empezaría jugando para el filial directo, al que dedicó dos años.
Josema nunca tendría posibilidades de llegar a jugar en San Mamés, no con el primer equipo, claro. Por ello, a mediados de los noventa se alejaría de su tierra para fichar por la U.D. Salamanca.
Empezó compitiendo para el cuadro "charro" desde la Segunda División B, siendo indiscutible con Lillo, ese técnico que en cuestión de un par de años subiría al Salamanca a la Primera División.
Así es como el de Hernani consiguió debutar en el máximo nivel, siendo titular en la primera jornada del curso 95\96. En Barcelona, los salmantinos se marcharían con una dura derrota por 3-1 frente al Espanyol. Dura fue toda la temporada en sí, ya que el equipo no mantendría el tipo en la categoría.
- Ahí no terminaría la experiencia de Josema por la división de oro. Ficharía por el Celta en 1996, donde se reencontraría con el ex-charro Míchel Salgado, y jugaría a las órdenes de Fernando Castro Santos.
Pero lo mejor llegaría con su paisano Javier Irureta, quien consiguió meter al equipo vigués en la Copa de la UEFA. Aunque Josema nunca se ganó la titularidad, disfrutó de un buen fútbol como cromo celtiña.
Al no contar para Víctor Fernández, el lateral hernanitarra abandonaría Balaídos para fichar por Osasuna. Fue uno más en el ascenso del equipo navarro, pero en Primera ya no iba a sumar más números. Josema finalizaría su carrera con 96 partidos en la máxima división.
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