- Llevaba un chupete encima para festejar sus goles, que por su eficaz ejecución a balón parado metía unos cuantos pese a ser un jugador de zaga. Concretamente, Aitor Larrazabal actuaba como lateral, por la banda izquierda.
No vimos otro cromo de este jugador que fuera con la equipación del Athletic Club de Bilbao, ya que pasó toda su carrera en ese club vasco que le vio crecer y le dio la oportunidad de competir en Primera División.
Nada menos que catorce temporadas estuvo compitiendo en la "Liga de las Estrellas", llegando a terminar con unas estadísticas de 39 goles en 390 partidos. Creo que algunos ya conoceréis a Gaizka Larrazabal, supongo que el chaval que le inspiró para sacar aquel chupete tantas veces.
Aquí nos centraremos más en aquellos cromos que pudimos coleccionar de Aitor Larrazabal Bilbao, que no fueron pocos. Desde principios de los noventa, yo pude coleccionar bastantes adhesivos de este lateral.
Nació en la localidad vizcaína de Loiu (España), el 21 de junio de 1971. Larrazabal empezó despuntando en el equipo de su colegio, entusiasmado por un deporte que en su tierra siempre fue sagrado.
Larrazabal entró a formar parte del Athletic de Bilbao en categoría alevín. Como otros valores rojiblancos, iría progresando en Lezama hasta llegar al filial. A finales de los ochenta, Aitor ya asombraba con su talento, disputando sus primeros encuentros en Segunda con el Bilbao Athletic.
Después de una buena campaña con Iñaki Sáez, Larrazabal contaría con sus primeros entrenamientos a las órdenes de Javier Clemente. El 2 de septiembre de 1990, el de Loiu ya debutaría en Primera, en la jornada inaugural de Liga ante el Tenerife, que en su casa ganó por 1-0.
El jugador se estableció en la primera plantilla de un Athletic al que le costaba coger el ritmo a la competición. En su primer año como profesional, Larrazabal jugaría un total de 20 partidos entre Liga y Copa.
En los siguientes años fue cogiendo galones para empezar a tirar faltas y penaltis, lo que al zaguero loiutarra le permitiría sumar un buen número de goles a lo largo de su carrera, como bien nos demuestran sus estadísticas.
- Ya no eran años de festejos por San Mamés, pero eso no impediría que la afición "athleticzale" disfrutase de grandes citas europeas, tanto en la Copa de la UEFA como en la Champions League.
Larrazabal ya era todo un veterano cuando Luis Fernández llevó al Athletic a la máxima competición europea. No obstante, al defensa vizcaíno le quedaba aún correa, y por ello extendió su carrera hasta el 2004.
Tampoco era demasiado mayor cuando decidió colgar las botas, ya que Aitor Larrazabal todavía contaba 32 años de edad. Una quincena de partidos había tenido en su última temporada con el equipo bilbaíno, así que el jugador prefirió despedirse de su amada afición.
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