- Conocimos muchos talentos asturianos cuando Oviedo y Sporting jugaron en Primera División. En aquellos años noventa, el club ovetense fue dando oportunidades a chavales talentosos que irían dando el salto profesional, como lo haría este fuerte defensa central de Turón.
Andrés destacó con los equipos juveniles del Real Oviedo y asumió sus primeros encuentros en la élite a partir del curso 1991\92. Ya a mediados de la década, nos acostumbramos a verle en las colecciones de cromos.
Este zaguero fue ganando más protagonismo, siendo un fijo en las alineaciones en su último año por el máximo nivel, ya que después se marcharía al Lleida. Andrés se retiraría con el Caudal Deportivo, en 2001.
Andrés De la Rosa Bolaños destacaba mucho por su forma de actuar sobre el verde. Era un tipo con casta y ganas de comerse el mundo, un central peleón que pocas veces arriesgaba. Lo único que le faltaba era gol.
El 13 de agosto de 1969 nació en la localidad asturiana de Turón, Mieres (España). Jugó al fútbol desde pequeño, para clubes de su municipio, hasta que pudo entrar a formar parte de las divisiones menores del Real Oviedo.
A finales de los ochenta ya era un talento juvenil que causaba altas expectativas. Ya con el Vetusta, el joven zaguero sería indiscutible y afrontaría bastantes encuentros en la Segunda División B. Llegar al primer equipo sería cuestión de muy poco tiempo.
Ya había sido fundamental en el filial con Novo durante el ejercicio 1991\92, y eso valdría para que el vasco Javier Irureta le tuviese en cuenta para sus primeros compromisos con el conjunto profesional.
El 23 de febrero de 1992, Andrés sería uno más en la lista de un Oviedo que en el Carlos Tartiere se iba a enfrentar al Zaragoza. Los azulones se impondrían por 2-1 y el joven defensor tuvo poco más de 5 minutos.
Tuvo una aparición como titular antes de acabar la temporada, pero la cosa no fue bien. En el Vicente Calderón, el cuadro asturiano se mediría al Atlético de Madrid, y Andrés no empezaría bien la tarde, haciéndose un gol en propia meta. Al final, los madrileños ganarían por 3-1.
- Andrés seguiría cogiendo experiencia en Segunda B, pero aún tendría más oportunidades con los mayores, hasta asentarse en la plantilla dirigida por el serbio Radomir Antic, ya en el ejercicio 1994\95.
Con Ivan Brzic llegó a ganarse la titularidad, disputando un buen número de partidos, ya los últimos que iba a disfrutar como jugador del club "carbayón". En 1996 terminaría su etapa por el Carlos Tartiere.
Al menos disfrutó de sus últimas apariciones en las colecciones del fútbol español, dejando el Real Oviedo para unirse a un Lleida con el que iba a competir durante dos campañas en Segunda División. Después jugaría para el Caudal Deportivo, con el que colgaría las botas.
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