- Aquel delantero que jugaba con el número cuatro a la espalda. Así le recordé siempre a Rubén, un jugador gijonés que con el Oviedo pudo alcanzar el nivel profesional a finales de los noventa.
Solamente con el equipo ovetense pudo jugar en Primera, interrumpiendo su estancia con una cesión al Eibar para vivir después amargos momentos por el Carlos Tartiere, con el club atravesando una grave crisis.
El delantero continuó en el equipo asturiano hasta que se vio bajando a Segunda B. Pese a que cambió de aires, Rubén se vio compitiendo en la misma categoría, pasando tres temporadas en la Cultural Leonesa y el resto de su carrera en el Marino de Luanco, con el que se retiró en el tercer nivel.
Muchos adhesivos tuvimos de aquella época, bastantes cromos de un Oviedo que era un fijo en la colecciones de los noventa. En esta entrada podemos ver un par de ejemplares de este delantero como oviedista.
El 18 de noviembre de 1975 nació en Gijón, Asturias (España). No debemos confundirle con otro Rubén Suárez gijonés que representó al Sporting de Gijón. A nuestro protagonista de hoy le conocimos como "Rubén" a secas.
Este no se formó por Mareo, ya que perteneció a la disciplina del Real Oviedo desde muy joven. Fue progresando por la cantera del club "carbayón" hasta llegar al filial, con el que asumió unas cuantas citas en la categoría de bronce antes de ser tenido en cuenta por Óscar Washington Tabárez.
A lo largo de la campaña 1997\98, Rubén entraría en alguna convocatoria del club ovetense, aunque no llegó a debutar de manera oficial. Eso sí, de cara al siguiente ejercicio, el delantero ya contaría con su primer cromo.
Aunque figuró en las colecciones, su estreno se hizo esperar unos años, teniendo que seguir creciendo con el filial y compitiendo en Segunda con la S.D. Eibar. En mitad de aquel curso 1999\00 se reincorporaría al Oviedo.
Sería el gran Luis Aragonés el encargado de concederle su anhelado debut profesional. El 16 de enero del año 2000, el canterano se sentaría en el banquillo de Balaídos, donde el conjunto asturiano se enfrentaba al Celta. Rubén tendría unos minutos en aquella derrota por 5-3.
- A partir de entonces hubo más oportunidades, y Rubén las aprovecharía para hacer esos tres tantos que llegó a marcar en el nivel superior, en el que el Oviedo no iba a aguantar durante muchas campañas más.
Una grave crisis azotaba al club y el delantero gijonés no podría ayudar con más goles. La temporada 2000\01 no pudo finalizar peor, con la afición oviedista llorando un descenso que aún no tuvo su retorno.
Dos años más se mantuvo por el Carlos Tartiere, hasta que el equipo descendió a Segunda B. Por su parte, Rubén continuaría en la misma división, aunque jugando para la Cultural Leonesa, y ahí se mantuvo tres años. Terminaría su carrera con el Marino de Luanco, en activo hasta 2010.
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