- Captado por directivos de la Real Sociedad, este delantero tuvo algunas apariciones por el primer nivel antes de su primera etapa por Eibar. Aún no había ni dejado el filial cuando prefirió volver a Ipurua para buscar oportunidades. Fue entonces cuando Joseba Llorente explotó.
Con el equipo armero empezó a marcarlos a pares por Segunda División, como también haría en su paso por el Real Valladolid, con el que ascendió a Primera en el mejor momento de su carrera deportiva.
También jugaría para un gran Villarreal antes de regresar a la Real. Sin embargo, Llorente parecía gafado por Anoeta y se machó del club donostiarra consciente de que pronto colgaría las botas, con C.A. Osasuna.
Joseba Llorente Etxarri era un delantero centro muy móvil, con especial talento para colarse en el área rival. Este espigado goleador nació el 24 de noviembre de 1979 en Hondarribia, Gipuzkoa (España). Allí mismo empezó a jugar al fútbol.
Fue descubierto por enviados de la Real Sociedad, donde Llorente acabaría de formarse para no tardar mucho en llegar al primer equipo, ya a finales de los noventa. Aún estaba Bernd Krauss como entrenador del equipo vasco.
El 3 de octubre de 1999, Joseba ya contaría con su estreno en la división de oro española. En La Romareda, el joven atacante contaría con minutos finales contra el Real Zaragoza. No hubo manera de darle la vuelta a un partido dominado por los aragoneses, que se impusieron por 2-0.
El jugador no desaprovechó sus oportunidades, ya que en la siguiente fecha anotaría su primer gol frente al Numancia, ayudando así a su equipo a ganar por 2-1 en Anoeta. Llorente ya se sentía profesional.
Intervino en otros partidos y el Eibar solicitaría el préstamo del jugador. Aunque empezó el curso 2000\01 con el equipo armero, el de Hondarribia retornaría a la Real Sociedad para terminar el campeonato.
Ya había demostrado su potencial, tanto en Primera como en Segunda División. No obstante a Llorente no le sería fácil ganarse el puesto en el cuadro "txuriurdin", llegando a bajar al filial y conformándose con esporádicas oportunidades que no le asegurarían ganarse la titularidad.
- Estaba claro que no iba a ser profeta en su tierra, o al menos con la Real. Fue por ello que Joseba se fue cedido al Eibar, con el que se convirtió en uno de los grandes goleadores de la categoría de plata.
Lo mismo ocurriría durante su estancia en el Real Valladolid, con el que ascendió a Primera y dejó sus mejores números en la categoría máxima, en la que siguió compitiendo e hizo un total de 50 goles en 179 partidos.
En los siguientes años jugaría para el Villarreal, una de las grandes revelaciones del nuevo milenio. Mantuvo su nivel goleador por la élite y regresó a la Real Sociedad, donde el jugador vio como se agotaban sus días como futbolista. Para retirarse, Llorente se iría a C.A. Osasuna.
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