- Seguramente, si le enseñamos a alguno de nuestra quinta un cromo de Aitor Huegun, nos mire con cara de tonto. Hay jugadores que debutan en Primera y se quedan, mientras otros acaban la gran experiencia y se ven luchando en niveles más bajos toda su carrera.
Aitor Huegun Etxeberria llegó a sumar 4 partidos en la alta competición con el Athletic de Bilbao y luego tuvo que conformarse con jugar en Segunda para equipos como el Mallorca, Eibar, Elche y Lorca Deportiva.
Posee mucha más experiencia en la división de bronce, pasando por Granada, Motril, Cartagena, Barakaldo, Real Unión y Lemoa, entre otros. Cosas de la vida, Huegun pasaría de dar patadas a un balón a trabajar como vendedor de seguros o de taxista.
- No deja de parecerme curioso. Me estoy imaginando a Aitor conduciendo el taxi, abriendo la guantera del vehículo y ahí observar un viejo cromo de la temporada 93\94 en la que aparece su imagen.
Juraría que el de éste fue uno de los primeros cromos de Segunda División que vi en mi vida, como podéis observar a la derecha de este párrafo. Lo que es en Primera, pocos adhesivos se pudieron adquirir de Huegun.
Hablamos de un delantero que en Segunda B demostró mucho gol. Aitor nació el 9 de agosto de 1972 en Donosti (San Sebastián). Saldría del Antiguoko para recalar en el Athletic Club, con el que iba a tener más probabilidades de llegar a la élite.
Y ese momento llegaría, después de despuntar en Segunda con el filial rojiblanco. Jupp Heynckes le permitiría debutar en febrero de 1994, en un duelo liguero con derrota en Zaragoza (1-0).
Su estreno en San Mamés lo recuerdo muy bien, ya que fue ante mi Celta. De repente, empiezo a escuchar un clamor: "¡Huegun, Huegun!". El lío de voces conjuntadas hizo que la hinchada de la catedral pareciera que estuviese coreando "¡Huevón, huevón, huevón!". Fue un momento muy gracioso, aunque el resultado no lo fue tanto para mis intereses. El Athletic vencería por 2-1.
Más allá de aquella anécdota, no recuerdo grandes cosas del entonces joven ariete donostiarra, ya que apenas tendría más oportunidades con los mayores. En total, fueron cuatro partidos en Primera División.
Huegun no tuvo la oportunidad de marcar en la división de oro, pero en segunda seguiría haciendo toda clase de goles. Jugaría para Mallorca y Eibar y, con el equipo armero, me llevé la sorpresa de descubrir una estampa suya del segundo nivel, en el que volvería a jugar tras su última oportunidad con el Athletic Club.
- Con el Elche disfrutó de un ascenso a Segunda, pero luego le esperaría una larga temporada por la división de bronce, pasando por entidades como la del Granada, Motril, Cartagena y Lorca Deportiva.
Volvería a tener oportunidades en la categoría de plata con el conjunto lorquino, las últimas de una trayectoria que, a partir de entonces, iría en claro declive. Huegun se acostumbraría a otro tipo de fútbol, ya menos profesionalizado.
Jugaría después para Real Unión de Irún, Barakaldo y Lemoa. Con el último colgaría las botas en 2009, y luego se buscaría la vida lejos del deporte. Ahora mismo, Aitor es taxista.
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