- Este cromo es el que me toca la fibra, como celtista que soy. Santiago Sanz Méndez, más conocido como "Quecho", fue un delantero gallego que tuvo la oportunidad de jugar en Primera durante los años ochenta.
Solo tuvo la oportunidad de aparecer en nuestros sobres durante un año, ya que el Celta estaba en una delicada etapa como equipo ascensor. A mediados de los ochenta seguiría su carrera deportiva con el Ourense.
Además de ser recordado como un clásico futbolista del Celta, Quecho es reconocido por ser hijo de una leyenda celeste, tanto en el verde como en los banquillos. También se llamaba Santiago Sanz, aunque al progenitor se le conocía como "Yayo".
- Yo no coleccionaba cuando Quecho jugó en Primera, pues era bastante pequeño. Sin embargo, al igual que tuve cromos en mi poder de tiempos más remotos, he de decir que en mis manos llegué a contar con un ejemplar acartonado de este delantero que nunca pudo "mojar" en Primera División.
Su padre era cántabro, pero Santi Júnior nacería en la mismísima ciudad de Vigo, el 1 de marzo de 1962. El joven vigués contaba con dieciocho años de edad y formándose en las secciones inferiores célticas, cuando el Celta se hallaba en Segunda B, buscando el rápido ascenso a Primera en la temporada 1980\81.
Con el Celta habiendo liderado la tabla del grupo I en su grupo, y tras haber realizado un excelente campeonato en el que no hubo rival, los vigueses se enfrentaron al Real Mallorca para decidir el título de campeón absoluto de la categoría. En este partido hizo primera aparición Quecho, entrando en el terreno de juego en lugar de Galera y para ganar el partido por 1-3 en tierras mallorquinas.
También jugaría el partido de vuelta en el estadio de Balaídos, en el que el joven atacante llegaría a marcar su primer tanto con la elástica celeste. Entonces se ganaría un puesto en el primer equipo de cara a la siguiente temporada.
Al final, el Celta conseguiría ascender a la máxima categoría, y eso supondría que Santi podría posar para los cromos de la temporada 82\83, en la que Milorad Pavic le haría debutar entre los grandes.
En el Sánchez Pizjuán, donde el Celta no sería capaz de puntuar al perder por 1-0. Quecho tendría quince apariciones en el primer nivel, aunque nunca conseguiría estrenarse como goleador.
- Poco le duraría la alegría al Celta, ya que al término del curso descendería a Segunda División, en la que Quecho ya no iba a participar. De repente, el punta vigués desaparecería del mapa, porque a partir de entonces iba a competir a otro nivel.
Acabaría jugando para el Ourense, club que iba a definir el resto de su carrera, excepto cuando estuvo un año compitiendo en Segunda B con el Arenteiro. Al Celta ya no volvería.
En la categoría de bronce seguiría jugando con el Ourense, con el que se retiró habiendo conseguido un segundo ascenso a la categoría de plata. Quecho fue una clásica imagen de nuestros cromos, perteneciente a la colección de la Liga 82\83.
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