- Uno de los mejores guardianes que tuvo Vallecas a lo largo de su historia, un arquero nigeriano que durante varios años jugaría para el Rayo, viviendo tiempos de ascensos y descensos.
Durante aquellos maravillosos años, Wilfred Agbonavbare se acostumbró a competir contra grandes delanteros y juntos a compañeros de equipo de talla mundial como Hugo Sánchez, Toni Polster o Abel Resino, con quien tuvo que competir por el puesto en la portería.
Acabó trabajando de repartidor mientras entrenada a otros porteros, hasta que un día le dijeron que tenía cáncer. Poco después, el 27 de enero de 2015, Wilfred fallecería en Alcalá de Henares, donde residía (48 años).
Nació en Lagos (Nigeria), el 5 de octubre de 1966. Antes de ser descubierto para jugar en España, Wilfred se fue dando a conocer con equipos de su nación como el New Nigeria Bank o el BCC Lions.
Ya en la década de los noventa, el meta nigeriano aterrizaría en la capital española. Creo que no fui el único en acordarme en el camerunés Thomas N'Kono cuando vi que se unió al Rayo Vallecano, donde también iba a ser una leyenda.
El equipo se hallaba en Segunda cuando el nigeriano se reunió a un equipo muy modesto en el que estaban los Argenta, Cota, Lema y Pedro Riesco. La primera campaña fue de presentación para que se fueran viendo sus grandes virtudes bajo palos.
Wilfred seguiría siendo indiscutible para José Antonio Camacho, quien supliría a Eusebio Ríos en el banquillo para conseguir el sorprendente ascenso a Primera al término de la temporada 1991\92.
De pronto, el internacional nigeriano se varía compitiendo ante los más grandes, manteniéndose como indiscutible para ser el héroe de cada jornada en Vallecas, aunque también dio algún que otro susto.
El equipo mejoraría a nivel de plantilla, pero acusaría la marcha de Camacho. En un curso harto complicado, el Rayo acabaría contando con varios entrenadores para evitar la debacle. David Vidal no podría evitar un descenso que ya estaba cantado en la campaña 93\94.
- El retorno a Primera sería cosa de una temporada, pero mantenerse no sería tan fácil, y otra vez varios entrenadores tendrían que hacerse cargo del equipo franjirrojo, salvado esta vez por la buena mano de Manolo Zambrano.
Wilfred ya no era protagonista en la meta de Vallecas, pues el veterano Abel le había quitado el puesto y el nigeriano habría disputado sus últimos encuentros en la élite, pues al finalizar la temporada 1995\96 abandonaría la entidad madrileña.
En Primera División disputó un total de 76, abandonando el Rayo Vallecano en 1996 para seguir compitiendo en Segunda con el Écija Balompié, el último club para el que fue futbolista profesional.
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