- Demostró más gol en su paso por Segunda que por Primera División, aunque supo dejar detalles de calidad en su corta experiencia por el fútbol español, la cual se inició en el Extremadura C.F.
En un equipo que tuvo su efímero paso por la élite, Gluscevic se pudo presentar por la misma antes de recalar en el Sevilla, tras haber hecho bastantes goles en la categoría de plata.
Acabaría jugando en Grecia, y de ahí pasaría por la Eredivisie, como miembro del Utrecht, Vitesse y Heracles Almelo. Su hermano Vladimir representaría a muchos equipos por los que pasó Igor, incluso lo intentó en España con el Albacete. Su hijo Nikola estuvo en la categorías menores del Sevilla.
Igor Gluscevic (Игор Глушчевић) es montenegrino, de la ciudad de Budva. Allí nació el 30 de marzo de 1974, desarrollándose como un delantero centro que presumía de ser un gran goleador por los Balcanes.
Y en esto empezó con el Mogren de su ciudad natal, para el que hizo sus dianas antes de comprometerse con la Vojvodina, uno de los mejores clubes de la zona serbia. En apenas dos años, Gluscevic apenas tuvo ocasión de lucir su acierto de cara a la portería.
Buena sería la opción de jugar en España, siendo contratado por la directiva del Extremadura C.F. en el verano de 1996. El ariete montenegrino entrenaría a las órdenes de Josu Ortuondo, quien le iba a hacer debutar en Primera.
Gluscevic contaría con sus primeros minutos en Almendralejo, el 9 de septiembre de 1996. Entraría desde el banquillo para disputar veinte minutos en la visita ante el Real Betis, los que sacarían a domicilio una contundente victoria por 0-3.
En cuestión de pocas jornadas haría sus primeros goles, y por partida doble. El artillero balcánico marcaría por dos veces en la visita del Zaragoza, tantos que servirían para sacar tres puntos (2-1).
En liga no llegarían más goles, aunque sí aprovecharía para marcar en el derbi copero frente al Mérida, ronda que pasarían los extremeños sin problemas. Sin embargo, en la competición liguera no irían bien las cosas y el equipo acusaría una mala temporada que acabaría en descenso.
- Igor Gluscevic tendría su mejor año en Segunda División, haciendo 24 dianas que le coronarían como el máximo goleador del campeonato. Tras su exitosa aportación, el montenegrino cambiaría de cromo.
Entonces se uniría al Sevilla F.C. que, casualmente, también se hallaba en el segundo nivel. Con 6 tantos más, el atacante ayudaría a que los hispalenses ascendiesen a Primera División en 1999.
Pero Gluscevic no jugaría más en Primera, ya que al término de aquel curso se marcharía a Grecia para jugar en el Aris. Brilló en la Eredivisie como goleador del Utrecht, y e menor medida con Vitesse y Heracles. También compitió para el Sparta de Praga y el Shandong Luneng chino.
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