- Y del Sevilla pasamos al Betis, ¿por qué no?. Otro futbolista que quiso dedicar todo su alma a un club fue Juan Antonio González Ureña, un central cordobés que fue muy popular en los años noventa.
Cierto es que sus inicios los pasó por su ciudad, pero Ureña no tardaría en pasar a formar parte del Real Betis Balompié, histórico club de nuestra liga en el que pasó más de tres lustros.
Tuvo toda clase de momentos en sus años como bético, pasando de sobrevivir de competir en Segunda y sobrevivir en Primera a competir por Europa. Lo único que le faltó en sus largas temporadas como jugador verdiblanco fue ganar títulos. Por lo demás, tuvo una reconocible trayectoria.
- Fueron muchos años defendiendo el mismo escudo, y en algunos de ellos tuvo la ocasión de aparecer en las distintas entregas de cromos de La Liga, o al menos mientras el Betis estuvo en Primera.
Yo recuerdo a Ureña como un defensa central fuerte y de muy buena planta. Bregador y rocoso, tenía el don de aparecer siempre en el lugar adecuado para evitar desgracias a su portero, aunque también llegó a demostrar que tenía gol.
Nació en el municipio cordobés de Montilla (España), el 13 de diciembre de 1967. En su lugar supo demostrar que valía para el fútbol, y pronto dejaría el Montilla C.F. para incorporarse a la cantera del Real Betis.
Acabó de prepararse en la cantera bética para tener sus posibilidades con el primer equipo. Después de haber destacado en Segunda B con el filial verdiblanco, Luis Del Sol le llamaría para ejercitarse con los profesionales.
Ureña ya mostraba grandes maneras para poder debutar en Primera División, y el 24 de mayo de 1987 cumpliría ese sueño. Aquella tarde en el Benito Villamarín, el Betis se impondría claramente a la Real Sociedad, a la que vencería por 5-1.
Al principio, el zaguero cordobés no tendría fácil ganarse el sitio, pues en zaga mandaban profesionales como Gail, Diego o el bosnio Faruk Hadzibegic. Ureña siguió jugando para el filial, pero el descenso del primer equipo le otorgaría una plaza en la campaña 1989\90.
Con Cardeñosa pronto se lograría recuperar la categoría, pero al Betis le aguardaba un nuevo descenso y varios años de competencia en la categoría de plata, hasta que a la tercera fue la vencida.
- A partir de mediados de los noventa, Lorenzo Serra Ferrer le otorgaría estabilidad al club, aunque Juan Ureña iba a perder protagonismo durante las campañas en las que el Betis se fue volviendo poderoso.
Jugadores como Juan Merino, Tomás Olías o Hristo Vidakovic estaban por delante de él, lo que dificultó que el cordobés cumpliese con muchas más apariciones que podrían haber adornado su currículo.
Al final, Juan Ureña cumpliría con esa larga trayectoria en la que solamente representó al equipo sevillano, el Real Betis Balompié. Fue su único escudo, el que defendió durante quince años y para el que jugó 228 partidos, 104 de ellos en la máxima categoría.
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