- Otro mito del fútbol español es Ricardo Gallego Redondo, un centrocampista que ganó diversos títulos en sus años como jugador "merengue", que no fueron pocos. Casi toda su carrera jugó para el Real Madrid.
Aunque conquistó Europa, a este jugador le faltó alzar el trofeo de la Champions League, título que se le resistió al equipo madrileño durante aquella época en la que no fallaron otras gestas.
Tuvo su particular experiencia en el extranjero con el Udinese italiano y se retiró con el Rayo Vallecano a comienzos de los noventa. Gallego también representó a la selección española, acudiendo a los Mundiales de España 82 y México 86 y saliendo subcampeón en la Euro del 84.
Nacido en Madrid (España) el 8 de febrero de 1959, fue una de las clásicas estampas de mi infancia. Siempre recordaré la figura de Gallego en los cromos, aquellos que coleccionábamos e intercambiábamos con otros chavales.
Perteneciente a la prolífica antera del Real Madrid, empezó a despuntar con el Castilla a mediados de los setenta, coincidiendo en aquel filial madridista con jugadores como Agustín Rodríguez, José Manuel Espinosa y Javier Castañeda, entre otros.
Fue el gran Vujadin Boskov quien requirió su presencia en el primer equipo, para ya hacerle debutar en Primera el 7 de septiembre de 1980. Fuera de casa ante el Almería, el Madrid ganaría por 1-2 con Gallego de titular.
Se estrenó como goleador en la siguiente jornada, en una escandalosa goleada recibida por el Athletic en el Santiago Bernabéu (7-1). En su primer año con los profesionales, completaría la temporada con 26 apariciones y aquel tanto.
Aunque se marchó Boskov, Gallego seguiría contando para otros entrenadores, ganando con Luis Molowny su primer título en 1982, con la obtención de su primera Copa del Rey.
Gallego disfrutaría durante muchos años de la titularidad junto a otros grandes mitos blancos como Juanito, Jorge Valdano, Emilio Butragueño, José Antonio Camacho, Santillana, Hugo Sánchez o Paco Buyo. De esta manera, también consiguió hacer grandes partidos con la selección nacional.
- Como madridista ganó casi todo lo que puede ansiar un futbolista: aquellas dos Copas del Rey, cuatro competiciones de Liga, la Supercopa nacional, la Copa de la Liga y dos trofeos de la Copa de la UEFA.
Se le resistió la Liga de Campeones, pero eso ocurrió con todos los futbolistas de su generación que pasaron por el Real Madrid. En 1989 acabaría su larga etapa como jugador blanco y no volvería a competir en Primera División, en la que dejó unos números de 22 goles y 250 partidos.
Probó suerte en Italia, como poco después haría su compañero Martín Vázquez. Gallego jugaría para el Udinese, retornando a España para jugar en un Rayo con el que celebraría el ascenso a Primera para poner la guinda a su carrera.
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