- Su cara nos suena más a cromo del Cádiz, que es el club en el que pasó gran parte de su trayectoria deportiva, la mayoría del tiempo compitiendo en Primera División.
Con el descenso del equipo andaluz, Barla se marcharía al Rayo con el que rápidamente retornaría a la élite. Entonces pudo sumar más registros con el cuadro de la franja, donde estuvo tres temporadas.
Volvió a Cádiz para retirarse con el equipo sumido en una grave crisis, tanto económica como deportiva. Con la llegada del nuevo milenio, José Manuel Barla García se retiraría e iniciaría una nueva etapa en el mundo de los banquillos, hasta que consiguió entrenar en solitario a Avilés y Real Jaén.
Hay cromos inolvidables, y el de Barla es uno de esos. Este centrocampista nació el primer día de enero de 1967 en Cádiz (España). Con el paso del tiempo, iba a convertirse en un estandarte del club de su ciudad, donde pasaría gran parte de su carrera.
Se acabó de formar en las secciones menores del Cádiz C.F., pasando a jugar para el filial amarillo, de donde rápidamente llegaría al primer equipo, entonces a cargo del técnico Benito Joanet.
En aquel curso 84\85 intervendría en algún partido de la Copa de la Liga de Segunda División, aunque no jugaría ni un solo partido en la liga regular, en la que el Cádiz competiría a buen nivel, hasta alcanzar el ascenso a Primera.
Su estreno en el alto nivel debería aguardar un año, ya que Barla solamente contaría para un partido de Copa en el que el cuadro cadista vencería al Mairena por un contundente 9-0. Ya con Manuel Cardo y Dragoljub Milosevic en el banquillo, el joven mediocampista jugaría sus primeros partidos en la división de oro.
En noviembre de 1986 tendría sus primeros minutos en la alta competición, para recibir en casa a un Sporting de Gijón que perdería por 2-0. Ya en las últimas jornadas, Barla se ganaría la titularidad.
Habiendo cumplido el Servicio Militar, el mediocampista gaditano seguiría con su sitio asegurado en el once del equipo, disfrutando así de muchos más años en Primera División.
- Barla gozó de su profesionalidad con un gran Cádiz en el que brillaba con mucha fuerza el nombre de Mágico González. Sin embargo, la gloria no sería eterna y el equipo amarillo acabaría descendiendo a la categoría de plata en 1993, y el centrocampista seguiría un año más.
El Cádiz descendería a Segunda B y Barla no tendría más remedio que cambiar de equipo, entonces ficharía por el Rayo Vallecano. En su primer año como rayista celebró el ascenso a Primera.
Aguantó dos años más en la Liga Española, en la que hizo unos números de 244 partidos y 7 tantos. Con el descenso del equipo madrileño, Barla volvería a Cádiz para retirarse.
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