- Como suelo decir yo, un futbolista de lo más "enxebre", un gallego puro que a lo largo de su carrera solamente representó a dos clubes y, evidentemente, ambos son de Galicia.
No sé si algunos lo recordarán, pero Nacho llegó a declarar que nunca jugaría para la selección española por sus ideales. Aún así, este lateral izquierdo nunca fue llamado por la Federación Española.
Salió del Celta de Vigo, ese club con el que llegó a debutar en la división de oro y en el que disfrutó de su mejor momento. El resto de su trayectoria fue destinado para jugar en la S.D. Compostela, con el que también sumó bastantes partidos en Primera División, hasta completar unos registros de 198 encuentros y 4 goles.
Nació en el municipio lucense de Foz (España), el 3 de febrero de 1967. Jugaba como carrilero izquierdo, actuando con bravura y rapidez en cada jugada, siendo un futbolista cumplidor y muy profesional.
En la ciudad de Vigo, "Nacho" empezó a destacar en el Gran Peña, que siempre fue un equipo que actuó como afiliado del Celta de Vigo, por lo que todos los jugadores contaban con un buen seguimiento de los técnicos celestes.
Nacho ascendería al Celta en 1986, cuando el equipo luchaba por no descender a Segunda. De los entrenadores que tuvieron que hacerse cargo de la plantilla en una complicada temporada, sería Pepe Villar quien le haría debutar de forma oficial.
En un encuentro de la Copa de la Liga, el lateral lucense sería titular en un encuentro en Bsalaídod, contra el R.C.D. Espanyol. Los vigueses acabarían imponiéndose por 3-2.
Su estreno liguero sería en Segunda, pues el Celta no pudo evitar el descenso en la campaña 86\87. Con el inglés Colin Addison, toda Galicia celebraría la rápida vuelta del equipo olívico a Primera División.
Y entonces sí. Nacho podría sumar sus primeras apariciones en la máxima categoría, en la que el Celta se quedaría a muy poco de clasificarse para jugar en competiciones europeas, con Díaz Novoa como entrenador. Fueron los mejores años del carrilero gallego.
- Recuerdo con cariño aquellos cromos en los que el de Nacho se mezclaba con Baltazar, Manuel Zambrano, Julio Prieto, Vicente Álvarez, Jorge Otero y el guardameta Javier Maté.
Fueron seis temporadas formando parte de la plantilla céltica, disfrutando de buenos momentos, aunque lamentando otro triste descenso a la categoría de plata en 1990. En esta división, Nacho terminaría su larga etapa como jugador del R.C. Celta de Vigo.
Como ya he dicho, el resto de su vida deportiva se la dedicaría al Compostela, con el que también competiría en Primera durante cuatro campañas. Con el equipo santiagués también bajaría de categoría, marchándose del club tras confirmarse el descenso a Segunda B, en 2001.
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