- Aunque no fue uno de los grandes jugadores de nuestra Liga, sí formó parte de aquellas colecciones de los noventa, de nuestros juegos y nuestros intercambios de cada domingo.
Durante tres temporadas jugó sus partidos en la categoría máxima, todas ellas con un C.D. Logroñés que fue muy importante en su carrera y donde militó durante más de una década.
Mientras el club riojano empezaba a quebrar deportiva y económicamente, Toño Jubera pasaría a jugar para otros clubes del segundo nivel tras un breve paso por Granada. Su trayectoria deportiva finalizaría después de proteger los intereses de Compostela, Gimnàstic de Tarragona y Terrassa.
José Antonio Sáenz de Jubera Martínez fue un defensa más conocido como "Toño" Jubera o símplemente Jubera. Además de central, este riojano podía actuar como medio de contención.
Nació el 14 de julio de 1974, como no, en Logroño (España). Pronto ingresó en la cantera del C.D. Logroñés, club que entonces se hallaba en pleno desarrollo y que solía competir en Primera División.
Mientras, Jubera iría creciendo en los equipos menores, pasando a jugar para el conjunto filial, donde acabaría siendo indiscutible para Rubén Galilea. En el verano de 1993, Toño se perfilaría para debutar con el equipo profesional.
Y así ocurrió. El argentino Carlos Aimar le otorgaría la oportunidad de debutar en la competición copera, en un duelo frente al Celta de Vigo que se resolvería con victoria favorable en Las Gaunas (1-0).
Para el debut en Liga debería aguardar al año siguiente, ya con Blagoje Paunovic al mando del cuadro rojiblanco. El 16 de octubre de 1994, el zaguero riojano completaría los noventa minutos en El Sardinero, ante un Racing que se impondría por 3-0.
Jubera seguiría contando para los diferentes entrenadores que tuvieron que hacerse cargo del equipo riojano, pues fue una temporada bastante complicada en la que acabó lamentando el descenso a Segunda. Pese a ello, Toño llegó a intervenir en 28 encuentros de liga.
- El Logroñés no tardaría en retornar al máximo nivel, contando con un joven Juande Ramos que, como entrenador, depositaría toda su confianza en Toño Jubera, que fue un futbolista importante para lograr el ascenso.
Con Miguel Ángel Lotina se iniciaría otro año ilusionante en Primera, pero se iría torciendo la temporada y ni el mismísimo Aimar podría salvar al equipo del descenso.
Jubera seguiría dos años más por Las Gaunas, pero acabaría marchándose al Granada, con el que jugó en Segunda B. Volvería a la categoría de plata con el Compostela, de donde saldría al Nàstic y luego al Terrassa. En 2004 llegaría el momento de colgar las botas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario