- Creo que no seré el único que asocie el rostro de Octavio al Club Deportivo Numancia, aunque sus primeras apariciones por la Liga Española fueron con el Castellón, equipo de su ciudad. De hecho, sus primeros cromos fueron con el club blanquinegro, del que luego se iría al Alzira.
Para el Numancia jugaría durante casi quince años... casi nada. Tuvo que comerse muchos años en Segunda B, hasta que el equipo dio un paso al frente para ascender dos peldaños para llegar a Primera.
Todos recordaréis a aquel fabuloso equipo soriano que a mediados de los noventa sorprendió en la Copa del Rey, donde casi derrotaría al Barcelona. De ahí a competir en la élite no tendría que llover mucho.
Nacido en Castelló de la Plana (España) el 19 de agosto de 1970, Octavio fue un lateral zurdo que también solía actuar como interior. Empezó a jugar al fútbol con el equipo de su localidad natal.
Recuerdo aquellas tardes de radio, de muchos nervios a la espera de que sonase un gol en cualquier campo. A comienzos de los noventa, Octavio ya tenía su cromo en el Castellón y debutó en Primera División.
Antes de acabar el año 1989, el carrilero castellonense jugaría su primer partido en Castalia, donde el conjunto "Orellut" se impuso en la visita del Sporting de Gijón, por un pírrico resultado de 1-0.
Octavio tuvo tres apariciones más con el equipo de su tierra en la temporada 90\91, la cual terminaría en drama tras el descenso del club castellonense, en el que el joven lateral ya no seguiría. Durante un año jugaría en Segunda B con la U.D. Alzira.
A partir de 1991, Octavio Viñals pasaría a representar al C.D. Numancia, que también se hallaba en la misma división que el Alzira. El castellonense tardaría muy poco en ganarse la titularidad por Los Pajaritos.
El cuadro soriano haría mucho ruido a mediados de la década, especialmente cuando fue capaz de cargarse en la Copa del Rey a tres rivales de Primera como la Real Sociedad, Sporting y Racing. En cuartos de final esperaba el Barça de Johan Cruyff, contra el que caerían con honor.
- Aún quedaban más grandes momentos para la afición soriana, con un Numancia que ascendería a Segunda en 1997 y, en cosa de dos años, se plantaría en Primera División.
Octavio era un fijo en cada alineación del cuadro numantino, y así se mantendría en su regreso al máximo nivel, pues Andoni Goikoetxea le concedería galones por la banda izquierda.
En la campaña 1999\00 se conseguiría la permanencia, algo que no se podría celebrar al año siguiente. Durante tres temporadas más, Octavio seguiría jugando para el Numancia en la categoría de plata, retirándose en 2004, tras conseguir un nuevo ascenso a la división de oro.
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