- Pasarían más de treinta años para que el Real Madrid volviera a levantar una Copa de Europa, siendo "Pirri" uno de los últimos en conseguir la "Orejona", allá por 1966.
Vivió el final de un gran ciclo madridista tras haberse iniciado en equipos de su ciudad natal y con el Granada. Aguantó unos años en la disciplina blanca, donde ganó varios títulos y un impecable prestigio.
Terminó por México su trayectoria deportiva, habiendo sido internacional por España, con la que disputó los Mundiales de Inglaterra 66 y Argentina 78. Ya retirado, este centrocampista ejercería varias funciones en el Real Madrid, como miembro de la directiva y del cuerpo médico del club.
Jugador de clase inmensa, el "Doctor Pirri" nació el 11 de marzo de 1945 en Ceuta (España). Jugó en sus inicios para equipos de su ciudad, como el Imperio Riffien, S.D. Ceuta y Atlético Ceuta.
En 1963 cruzaría el estrecho para fichar por el Granada, con el que el centrocampista competiría en Segunda División. En 21 partidos, Pirri anotaría una docena de tantos que le alejarían de la disciplina nazarí.
El Real Madrid se haría con los servicios del gran Pirri en 1964. Entonces tenía diecinueve años y se puso a las órdenes de Miguel Muñoz, con quien viviría el final de un maravilloso ciclo por la capital, con un equipo acostumbrado a reinar por Europa.
En la plantilla aún quedaban grandes jugadores como Lucien Muller, Paco Gento, Ignacio Zoco, Amancio Amaro y el húngaro Ferenc Puskàs. Pirri vendría para engrandecer el equipo.
Pirri ya se haría notar desde su debut en un clásico frente al Barcelona, en el que el Madrid golearía sin piedad a su rival (4-1). Poco después. el medio ceutí se estrenaría como goleador en Primera División, ante el Deportivo de La Coruña. Aquella Liga sería para los de Muñoz (64\65).
Pero no hubo mejor título que el del año siguiente. El equipo "merengue" se haría con la sexta Copa de Europa, título que se resistiría durante más de treinta años a partir de entonces.
- Aún le quedaban muchos años por delante, muchos títulos que festejar, Mundiales por disputar y grandes citas deportivas en sus dieciséis años vinculado al Real Madrid.
Con el equipo de la capital, Pirri fue uno de los mejores futbolistas del mundo, obteniendo diversos títulos hasta su marcha: 10 títulos de Liga, cuatro Copas del Rey y aquella última Champions de su etapa como "merengue".
Abandonó Madrid con 417 partidos en la categoría máxima, en la que dejó 123 goles. Se fue a México para finalizar su carrera con el Puebla, para luego volver a la disciplina madridista, donde ocupó varios cargos de directivo, formando parte del cuerpo médico durante años.
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