- Todo un clásico de nuestra Liga y de los cromos de los años noventa, y de tiempos anteriores y posteriores. Su historia empieza en el Cádiz C.F., el equipo de su ciudad.
Poco a poco, Arteaga fue compitiendo en la máxima categoría española, y hubo un cambio de cromos cuando el club andaluz se vio en el segundo nivel. Entonces se iría al R.C.D. Espanyol.
Con el equipo catalán viviría otra clase de experiencias, como competir por Europa y ser un héroe más de la Copa del Rey que se ganó con la entrada del nuevo milenio. Después de muchos años por Barcelona, jugaría un año para el Rayo, y más tarde se retiraría jugando por Chiclana.
Por ende, muchos pensábamos que este futbolista era vasco, hasta que su claro acento andaluz nos hizo saber que había nacido en la calurosa ciudad de Cádiz (España), el 1 de junio de 1969.
En la cantera de la entidad gaditana tomó formación y fue dando pasos agigantados hacia la profesionalidad. A finales de los ochenta, el joven mediocampista se iba a encontrar con la posibilidad de llegar a Primera División.
Sería David Vidal quien le iba a conceder sus primeros minutos con el Cádiz, ya en la última jornada del campeonato 88\89. En La Condomina, los andaluces sacarían una valiosa victoria por 0-1.
En los siguientes años, Arteaga iba a tener muchas más apariciones con el equipo amarillo, con el que fue sumando más minutos en la división de oro, hasta que se descendió por la mala gestión de José Luis Romero, en la campaña 1992\93.
Arteaga seguiría en el equipo de su ciudad durante unos días más, puesto que el Espanyol se interesaría por él cuando ya estaba a punto de iniciarse la siguiente temporada.
El equipo catalán también se hallaba en la categoría de plata, pero con la ayuda de José Antonio Camacho se conseguiría retornar a Primera en 1994. Arteaga sería un jugador clave para lograr el objetivo, y así mantendría su importante rol durante los próximos tiempos.
- Podríamos decir que el medio gaditano fue uno de los mejores centrocampistas de su época, a quien solo le faltaban los títulos para engrandecer un poco más su currículum.
Como no podía ser de otra manera, Arteaga acabaría triunfando con el Espanyol, ganando la Copa del Rey del año 2000, teniendo bastante mérito en el éxito logrado. Aún seguiría un año más por Barcelona.
Con el Rayo Vallecano disputaría sus últimos partidos por Primera División, en la que completaría unas cifras de 330 partidos y 37 goles materializados. En 2003 dejaría de pertenecer a la entidad "perica", para luego volver a su tierra, donde finalizaría su carrera con el Chiclana C.F.
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