- De apellido engañoso, este medio vallisoletano nunca pudo jugar en Primera con el equipo de su tierra, y por ello tuvo que irse al Rayo Vallecano, al que prestó sus primeras imágenes para los cromos.
Su magnífico rendimiento por Vallecas le llevó a fichar por el F.C. Barcelona, donde fue de más a menos y disfrutó de sus primeros títulos. No duró mucho su etapa como blaugrana.
Su mejor momento lo vivió con el Atlético de Madrid, al que se unió habiendo debutado ya para España, para sumar más trofeos a su repertorio colectivo. Landaburu aguantó en activo hasta finales de los ochenta, habiendo intervenido en 332 partidos de Primera, en los que dejó 54 goles.
Hijo de un trabajador de la explotación minera de Guardo, "Chus" empezó a jugar al fútbol en el colegio vallisoletano de San José. Ya algo más mayor, entraría en la disciplina del Real Valladolid, para competir con la categoría juvenil.
Llegaría al primer equipo en medio de la campaña 71\72, para poder disputar sus primeros encuentros en la Segunda División española, aunque no fueron muchos.
Con el paso de los años, Landaburu se asentó en la titularidad y empezó a destacar con el equipo pucelano, aunque con éste nunca llegaría a debutar en el máximo nivel. Después de seis temporadas de iniciación por Zorrilla, ficharía por el Rayo Vallecano.
El equipo madrileño se hallaba entonces en Primera, en la que Landaburu debutaría y marcaría sus primeros goles, que no fueron pocos. Después de dos años en el equipo de la franja, se marcharía a Barcelona.
Landaburu se uniría al Barça en el verano de 1979, para entrenar a las órdenes de Rifé, y más tarde con Helenio Herrera. Su primer año fue el mejor, dejando 9 tantos para el cuadro culé en sus 34 apariciones. A nivel colectivo, no hubo títulos que celebrar.
Jugando al lado de talentos como Quini o Bernd Schuster, el mediocampista palentino celebraría los primeros éxitos de su carrera, con la Copa del Rey de 1981 y la Recopa del año siguiente.
- Jesús Landaburu había perdido mucho protagonismo en el Barcelona, lo que le obligaría a salir del club en 1982, para recalar en las filas del Atlético de Madrid de Luis Aragonés.
Como "colchonero", el centrocampista recuperaría su prestigio, acumulando un buen número de partidos y colaborando en los títulos de la Copa de 1985 y la Supercopa posterior.
Durante años fue cromo del Atlético, concretamente a lo largo de cinco temporadas. Landaburu disfrutó mucho de sus últimos años como futbolista, aunque nunca recuperaría el sitio en la selección nacional, para la que solo jugó en una ocasión. Chus se retiraría en 1988.
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