- Entre mis cromos favoritos de la infancia está el de Lucas, un leonés que casi podría contar como gallego, como un importante jugador que tuvo el R.C. Celta de Vigo en su historia.
Fue uno de sus grandes goleadores en los años ochenta, de un Celta ascensor que vivió tiempos convulsos, compitiendo entre Segunda B, Segunda y Primera División. Lucas fue un ídolo más del celtismo.
Aunque pasó muchos años por Vigo, este atacante también tuvo su paso por el Córdoba, Ourense y Compostela. Con el equipo de la capital gallega tuvo la oportunidad de marcar sus últimos años en la alta competición española, en la que tuvo un total de 113 apariciones y marcó 18 tantos.
Fue más conocido como "Pichi" Lucas, ese sufrido delantero que hacía auténticas diabluras para encontrar el gol, tanto en los más embarrados campos como en las moquetas de los clubes más grandes del país.
Nació el 14 de marzo de 1959 en la localidad leonesa de Camponaraya (España). Muy cerca de El Bierzo, Lucas empezaría jugando al fútbol, concretamente en la zona de Ribadavia, Ourense.
Pronto se trasladaría a Vigo, para empezar a jugar en un afiliado del Celta como el Gran Peña, equipo que tan buenos jugadores aportó al club de Balaídos. Como no, el delantero Lucas sería uno de ellos.
Después de un par de temporadas destacando con el filial, el atacante leonés se marcharía cedido al Córdoba, para el que haría 17 tantos en poco más de un año. Eso haría que la entidad olívica reclamase su presencia, con el equipo compitiendo en la Segunda B.
Bien le iban a venir a Milorad Pavic los goles del leonés, que ya terminaría aquella campaña 80\81 como máximo goleador para certificar el ascenso a la categoría de plata, en la que también sería el top de los artilleros con 26 dianas. Y, otra vez, el Celta ascendería, pero a Primera División.
Lucas tardaría muy poco en dejar su huella goleadora en Primera, anotando en la cuarta jornada del campeonato 82\83, para lograr un empate a Balaídos con la visita del R.C.D. Espanyol (2-2).
- En la alta categoría no sería tan fácil ver puerta, aunque tampoco ayudaría la contratación de otros delanteros como los brasileños Baltazar o Amarildo, y un Zoran Maric que heredaría el puesto de ambos.
En aquella década de los ochenta, Lucas sufriría su tercer descenso con el Celta. Ya sería el último, porque el atacante leonés abandonaría la disciplina celeste tras diez años de goles y buenos recuerdos.
No se iría muy lejos, pues ficharía por un Ourense que entonces competía en Segunda B. Después se uniría a la S.D. Compostela, club para el que seguiría haciendo goles incluso en Primera División. Jugó su última campaña en la 1994\95, haciendo 4 goles más antes de colgar las botas.
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