- Aunque empezó jugando en su Barcelona natal, este delantero acabó profesionalizándose con el Real Madrid, donde se formó antes de popularizarse en las colecciones de adhesivos de los años noventa.
Explotó sus grandes virtudes como jugador del Real Zaragoza, de donde volvió al Madrid y luego pasó por un gran Mallorca. Con el equipo balear dejó sus mejores registros en Primera División.
Dani es uno de los muchos futbolistas que se atrevieron a cambiar la elástica blanca por la blaugrana, ya que volvió a su ciudad para pasar varios años en el Barça. Jugó también para el R.C.D. Espanyol, así como lo intentó en ligas extranjeras, como la turca o la griega.
Con la llegada de los años noventa, Dani pasaría a formar parte del Real Madrid, donde ya completaría su proceso formativo para figurar como una de las grandes promesas nacionales.
El delantero catalán contaría con sus primeras citas a nivel profesional, siendo reclamado por Benito Floro cuando se pudo comprobar su especial talento con el Castilla.
El 5 de febrero de 1994, Dani debutaría en Primera bajo las órdenes de Floro, en un partido en casa contra el Deportivo que se cerró con una victoria por 2-0. Tendría una oportunidad más antes de irse a La Romareda, además de una aparición en competición europea.
Para poder adquirir experiencia en el primer nivel, Dani ficharía cedido por el Real Zaragoza, con el que pudo convertir sus primeros goles, haciendo 3 en la campaña 95\96, con Víctor Fernández de entrenador.
Al año siguiente, aumentaría sus registros en 5 tantos más con el equipo maño, volviendo a un Madrid que en 1998 ganaría la Champions League. Sin poder ganarse la titularidad en el club blanco, Dani acabaría fichando por el Real Mallorca, donde iba a ser mucho más importante.
Con el equipo balear ganaría la Supercopa de España y ofrecería su mayor rendimiento de cara al gol, haciendo 12 dianas en su única temporada por Son Moix, ya que luego se iría al F.C. Barcelona.
- En su primer año como culé, Dani mantendría su nivel goleador dejando 11 metas en su primer año, pasando tres más en los que hubo sequía en cuanto a títulos. Eso no le pasaría en su regreso a Zaragoza.
Con el equipo aragonés completaría la campaña 2003\04, en la que pudo aportar un par de goles y ser parte de una plantilla campeona de la Copa del Rey. Después ficharía por el R.C.D. Espanyol.
Dani marcaría sus últimos goles en la alta competición, aquella en la que hizo un total de 39 objetivos en 208 partidos. Luego le llegaría el momento de probar en el extranjero, pasando por el Olympiacos griego y el Denizlispor turco. En 2008 se retiraría tras jugar para el modesto Rayo Majadahonda.
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