- Acostumbrado a luchar por evitar descensos o lograr ascensos, Olaizola fue un defensa muy profesional que halló su tesoro en una buena isla. En Mallorca, este jugador consiguió vivir sus mejores años como futbolista.
Fue partícipe de auténticas gestas y grandes noches europeas, siendo una pieza importante de un Real Mallorca que nos conquistó a todos con su juego, y en el que este guipuzcoano pasó gran parte de su carrera profesional.
Antes de esos años de gloria, el lateral derecho pasó de jugar en el modesto Tolosa a debutar en Primera con el Real Burgos. Con este club vivió dos duros descensos para luego tener una buena temporada con el Eibar en Segunda, de donde saldría para llegar a la entidad balear.
- Es increíble lo que puede cambiar la vida de un futbolista, con un vaivén de montaña rusa que, de forma inesperada, te hace recalar en un club con el que al fin se puede disfrutar a lo grande.
Eso mismo le pasó con el Mallorca a Javier Olaizola Rodríguez, un currante del balompié que, de pronto, se vio ocupando álbumes de la alta competición, incluso para cromos de "Bony y Tigretón", como veis en el cromo de la izquierda.
Olaizola nació el 28 de noviembre de 1969 en San Sebastián (España). Con el Tolosa C.F. ya dejaba pistas de su talento especial para este deporte, pasando de ser regional a competir en las más altas esferas en cuestión de muy poco tiempo.
Así pues, el joven donostiarra llegaría a la élite con Theo Vonk de entrenador, quien le haría debutar en Primera el 6 de septiembre de 1992. Casualidades de la vida, el zaguero vasco se mediría ante la Real Sociedad, a la que el cuadro burgalés derrotaría en su feudo por un contundente 4-0.
Fue carne de álbum durante un año, ya que el Burgos descendería al segundo nivel al término de aquel ejercicio 92\93. Y la cosa iría a peor, ya que se bajaría a la Segunda B al año siguiente.
Olaizola aprovecharía para retornar al Eibar, donde tenía el sitio guardado para seguir demostrando que valía para el fútbol, y así fue como los dirigentes del Real Mallorca se lanzaron por su fichaje.
- Aún le quedaban años de fútbol, y los mejores de su vida. Javier Olaizola se ganaría la titularidad desde el principio, la que sabría mantener con la llegada del técnico argentino Héctor Cúper, quien engrandeció al Mallorca nada más ascender al máximo nivel.
En aquellos maravillosos años por la isla, Olaizola disfrutaría de las competiciones europeas siendo un jugador importante dentro de la plantilla balear, con la que además celebró sus títulos.
En sus nueve años con el Mallorca, Olaizola celebró un ascenso, ganó la Copa del Rey y la Supercopa. Además, el donostiarra completaría en Primera División unos registros de 226 partidos y un gol.
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