- Siempre anhelé ver a este delantero con la camiseta del Celta, pero no pudo ser. Moya fue cromo para muchos equipos de Primera División, pero jamás pude verlo en el que sigo, y eso que alguna vez estuvo cerca de irse a Vigo.
Hizo bastantes goles en Primera División, aunque era un jugador de ataque que cubría otras necesidades. Empezó jugando en su Alcalá, pero pronto tendría la ocasión de debutar en el máximo nivel con el Real Valladolid.
Pasó también por el Atlético de Madrid, con el que ganó el único título que adorna su currículum individual. Jugó para otras importantes entidades como la del Sevilla y Valencia, tuvo una temporadita en el Mallorca y regresó a la ciudad de Híspalis, para después retirarse en su ciudad.
- Este jugador fue un adhesivo de los que siempre vi cambiar de color, hasta que dejé de coleccionar. Gabriel Moya Sanz también llegó a jugar para la selección española, e incluso pudo dejar un gol.
Nació en el municipio madrileño de Alcalá de Henares (España), el 20 de marzo de 1966. En su misma ciudad empezó a jugar al futbol, llegando a verse compitiendo en Segunda B, como miembro del RSD Alcalá.
A "Gabi" siempre se le vieron condiciones de gran jugador, como un sufrido delantero de oficio capaz de sacrificarse en cada jugada. Tras hacer 10 goles en la categoría de bronce, Moya sería fichado por la directiva del Real Valladolid.
Así se le presentaría a este madrileño la oportunidad de poder debutar en Primera División, con un Valladolid dirigido inicialmente por Vicente Cantatore, quien no duraría más de aquella primera jornada.
Aquel 30 de agosto de 1986, Gabi tendría algo más de media hora para tratar de marcar ante la U.D. Las Palmas en El Insular. Los canarios se impondrían por 2-0. En su primer año por la élite, el de Alcalá haría solamente un gol, ante el Madrid y en el Santiago Bernabéu (2-1).
Moya mejoraría sus registros en los siguientes años, pasando cinco temporadas en el club pucelano, al que dedicaría 22 dianas. Así es como el joven ariete llamaría la atención de los más grandes de la Liga Española, estampando su firma con el Atlético de Madrid en el verano de 1991.
Tendría bastantes minutos en su primer año, con Luis Aragonés como director del cuadro rojiblanco. Moya formaría ataque con Paulo Futre y anotaría 5 años en Liga, en un ejercicio que acabaría con la obtención de la Copa.
- Tras otro año como "colchonero", Gabi Moya abandonaría la capital para unirse al Sevilla F.C., donde disfrutó de la titularidad y convirtió bastantes goles, hasta que se le ocurrió fichar por el Valencia C.F.
Supo mantener su buen ritmo en el equipo ché, club para el que solamente jugó un año, como también haría en un Mallorca con nivel europeo. En el club balear no le fue tan bien, así que retornaría al Sevilla en 1998.
Moya tuvo que competir en Segunda durante un año, colaborando con 3 tantos en un rápido ascenso, para terminar su papel en el primer nivel con la llegada del nuevo milenio, habiendo hecho un total de 64 goles en 373 partidos. El delantero se retiraría con el Alcalá.
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