- De los mejores futbolistas rumanos que ha poseído la Liga Española, jugador internacional de lo más reconocible por Rumanía, e iniciado en clubes como el Constanța o Steaua de Bucarest.
Hoy hablaremos de Gica Hagi, un gran deseo del Real Madrid que pasó dos temporadas como jugador blanco. Con el equipo madrileño, este sensacional centrocampista ofreció su mejor versión como cromo de nuestra Liga.
Se pasó por la liga italiana para luego reaparecer con el eterno rival del Madrid. Hagi estaría otros dos años en el F.C. Barcelona, pero allí no pudo tener el mismo éxito que por la capital española. Abandonaría España para terminar su carrera por la liga turca, jugando para el Galatasaray.
Desde hace años, Gheorghe Hagi ejerce como entrenador, incluso estuvo al cargo de esa selección rumana con la que tanto dio que hablar en sus años de futbolista, siendo el principal líder del equipo nacional.
Mediocampista de corte ofensivo y una clase descomunal, fue uno de los jugadores más cotizados de su época. Hagi nació el 5 de febrero de 1965 en Săcele (Rumanía).
Desarrolló su carrera juvenil en equipos como el Constanza y Luceafărul, pero fue con el Farul con el que "Gica" creció con evidencia. En la primera división rumana se ganaría un buen nombre, pasando por el Sportul Studențesc antes de triunfar con el Steaua.
Hagi llamaría mucho la atención, por sus números y sus actuaciones con la selección rumana. Se convertiría en el principal objeto de deseo del Real Madrid, que a comienzos de los noventa se haría con su fichaje.
Inicialmente entrenado por John Toshack, el crack balcánico coincidiría con muy buenos futbolistas, tales como Emilio Butragueño, Míchel, Hugo Sánchez, Fernando Hierro y el decepcionante Predrag Spasic.
El 2 de septiembre de 1990, Hagi debutaría en la Liga Española. Ante la visita del Castellón, el Madrid vencería por la mínima (1-0). La temporada se había iniciado con la conquista de la Supercopa de España, pero ese sería el único trofeo que levantaría el rumano en su paso por el Santiago Bernabéu.
- Su mejor año como madridista fue el segundo. Con la sensación de no haber triunfado, Gica Hagi se iría a Italia para jugar en el Brescia, con el que siguió demostrando su valía pese a que el equipo acabó descendiendo a la Serie B. En 1994 retornaría a España, presentado como cromo del Barça.
Tuvo la oportunidad de jugar para Johan Cruyff, aunque ya en el fin de su buena era. Otra vez, el rumano empezaría alzando la Supercopa nacional, pero nada más caería en su segundo paso por La Liga.
Poco pudo demostrar por el Nou Camp, finalizando su participación en la competición española con 100 partidos y 22 goles. Hagi se iría a Turquía para jugar durante unos años para el Galatasaray.
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