- Habiéndose iniciado en el filial del F.C. Barcelona, tuvo su primer cromo como jugador del Real Valladolid, equipo con el que consiguió ascender pero con el que no pudo debutar en Primera División.
Esa es la razón por la que apareció en la colección de 1980\81 pues, en principio, cerca estuvo de iniciar la campaña con el club pucelano. Al final no pudo ser, y Gratacós volvería a jugar para el Barcelona Atlético.
A raíz de su fichaje por Osasuna, pudimos ver de nuevo a este defensor en las estampas coleccionables y al fin debutó en la categoría máxima. No fueron más que un par de apariciones en el alto nivel, pasando posteriormente a jugar para el Figueres, con el que años más tarde se retiraría.
Pere Gratacós Boix nació en la localidad gironí de Besalú (España), el 14 de febrero de 1958. Solía jugar como defensa central, siendo un jugador difícil de superar por su corpulencia y pegajosos marcajes.
De todos modos, nunca llegué a ver un partido de él, así que hablo por lo que fui leyendo en los diferentes medios. Gratacós empezó en el fútbol base del Besalú, y a los dieciséis años pasó a fichar por el F.C. Barcelona.
Gratacós fue convirtiéndose en un futbolista profesional, destacando con el filial blaugrana para despertar el interés de otros clubes de nivel superior. A finales de los setenta, ficharía por el Real Valladolid.
El cuadro pucelano buscaba el ascenso con Eusebio Ríos en el banquillo de Zorrilla. El entrenador portugalujo usaría a Pere en 14 ocasiones y éste respondió haciendo un gol. Fue una brillante campaña de los blanquivioletas, que al término de aquel curso 79\80 celebraría el ascenso a Primera.
El defensa gerundense se quedaría sin su estreno en la máxima división, ya que retornaría al Barcelona pese a que el Valladolid había puesto mucho interés en el jugador. Durante tres años seguiría en el equipo B del Barça, con el que conseguiría ascender a la categoría de plata en 1982.
Nunca tuvo opciones para llegar al primer equipo culé, por lo que Gratacós acabaría abandonando la disciplina catalana. Fue entonces cuando el Club Atlético Osasuna aprovechó para hacerse con sus servicios.
- Y entonces sí, Pere Gratacós volvería a ser coleccionable y al fin podría estrenarse en Primera como rojillo. El 26 de febrero de 1984, el zaguero sería titular a domicilio ante el Murcia, que venció cómodamente por 4-0.
Ivan Brzic le concedería otros minutos en un partido frente al Valencia, los últimos que el jugador tuvo en el nivel superior. A partir de entonces, el jugador catalán tuvo que acostumbrarse al banquillo.
Gratacós solamente contaría para los partidos de la Copa del Rey, ya que en toda la campaña 84\85 no sería utilizado en la competición liguera. El defensor acabaría abandonando el club navarro y se uniría al Figueres. Con el equipo de su ciudad competiría varios años en Segunda.
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