- Hace poco tuvimos la fortuna de verle de corto, como años atrás. Fue en un partido de leyendas del Celta en el que se reunieron viejos conocidos, y hasta parecía que los años no habían pasado por Míchel Salgado, que aun galopaba por su banda derecha vestido de celeste.
Fue uno de los mejores jugadores célticos de finales de los noventa, de los inicios de un "Eurocelta" en el que se ganó una buena reputación y el derecho a jugar para la selección española. Lástima que en su tierra no celebró títulos.
Sí lo haría en sus años como miembro madridista, llegando a levantar dos trofeos de la Champions, entre otros tantos. También jugó para el Salamanca y lo intentó en la Premier League, con el Blackburn Rovers.
- El secreto de su buena conservación es que se mantuvo en activo jugando al fútbol sala, para lo que no se cortó a la hora de irse muy lejos. Eso sí, como cromo, Míchel desapareció de nuestros álbumes en 2009.
Su nombre es Miguel Ángel Salgado Fernández, y desde Italia le apodaron "Il Dúe" por el dorsal que lucía cuando alcanzó su mayor popularidad con el Celta. Fue uno de los mejores laterales diestros que tuvo en su historia la entidad olívica.
Nació en la localidad pontevedresa de As Neves (España), el 22 de octubre de 1975. Tras jugar de forma amateur, pasó a formar parte de la cantera céltica.
En sus inicios ocupaba posiciones de medio campo, y así fue como se dio a conocer tanto en Celta Turista como en el primer equipo, al que se uniría por petición del argentino Carlos Aimar, quien estaba al tanto de las promesas.
Es curioso, pero su debut en Primera fue precisamente en el Santiago Bernabéu, donde jugaría años después. El 22 de enero de 1995, Salgado entraría al campo desde el banquillo para participar en la amplia derrota de su equipo, que se fue de la capital con un 4-0.
Aquel era otro Celta, ya que Míchel volvería a casa tras cumplir con una cesión en la U.D. Salamanca. Con el equipo "charro" logró ascender de Segunda a Primera División en la temporada 1996\97.
Míchel Salgado volvería a casa para hacerse el dueño del flanco derecho de Balaídos. Con Javier Irureta de entrenador, el de As Neves se reconvertiría a carrilero y sería uno de los hombres más importantes de un Celta que se ganaría el derecho a competir por Europa. Poco le duraría la alegría a la afición celtiña.
- Su calidad no pasaría desapercibida para los clubes más grandes de Europa, y el Real Madrid se movería rápido para reforzar su ala derecha. Míchel sería indiscutible desde su llegada al club madrileño.
Ya de llegada, el gallego celebraría la Champions League del curso 1999\00, la que se repetiría dos años después. También alzaría cuatro trofeos ligueros, la Supercopa europea y la Copa Intercontinetal, entre otros.
Tras una década en el Madrid, su nombre sonó para regresar a un necesitado Celta, pero finalmente abandonaría la Liga Española para irse a Inglaterra, habiendo dejado unos números de 343 partidos y 7 goles. Tras tres años con el Blackburn Rovers en la Premier, Míchel colgaría las botas.
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