- Nuestro siguiente protagonista, es ese típico cromo al que recuerdas ver casi siempre en Primera, formado en tierras aragonesas para darse a conocer en la élite con el Zaragoza, su primer hueco de álbum.
En el equipo maño estuvo varias temporadas, aunque también jugó para el Logroñés, Real Murcia, Palamós, Huesca y Lleida. Con el último lograría un sonado ascenso a la élite, y una permanencia que duró muy poco.
Fue también estampa de la S.D. Compostela y ahí terminaría su experiencia en la máxima división, con un total de 62 partidos y 5 goles. Su carrera continuaría por modestos clubes como el Mérida, Córdoba, Binéfar, Águilas y C.F. Figueruelas, con el que colgó las botas en el año 2000.
- Su ficha de cromo nos llamaba la atención por su nacionalidad, aunque Virgilio era francés de paso, como quien dice. En los equipos de Primera nunca fue estable, salvo en su añito con el Lleida.
Virgilio Hernández Paesa jugaba como lateral defensor izquierdo y nació el 5 de septiembre de 1968 en Chalons (Francia). Su familia pronto volvió a España, y por la zona aragonesa empezaría a jugar al fútbol.
Se inició con el Club Deportivo Botorrita, de donde directamente pasó al Real Zaragoza. Fue prosperando con el Deportivo Aragón, filial zaragocista en el que no tardaría en llamar la atención.
Con Luis Costa iba a tener esa oportunidad de debutar como profesional. Fue el 27 de noviembre de 1985, en un encuentro de la Copa del Rey contra el Eibar, al que se derrotó por 3-0. Fue la única aparición de aquella campaña, en esa competición que conquistaría la escuadra maña al vencer en la final al F.C. Barcelona (1-0).
Virgilio acabaría asentándose en la primera plantilla del Zaragoza, pero antes acabaría su experiencia con el filial y saldría cedido al C.D. Logroñés, al que representó en Segunda durante la temporada 86\87.
Hasta finales de los ochenta no conseguiría estrenarse en el máximo nivel. Sería con Radomir Antic en el banquillo de La Romareda, quien le concedió la titularidad a principios de septiembre de 1988, en un duelo en casa frente al Valencia C.F., el cual se saldó con un soso empate sin goles.
Aunque perteneció durante muchos años al club aragonés, el lateral de Chalons no llegó a disputar más que una decena de encuentros en el nivel superior, por lo que acabaría siendo cedido al Real Murcia en 1989.
- Durante unos años, Virgilio se acostumbraría a jugar en divisiones menores, pasando del Murcia a un Huesca que competía en Segunda B, y luego al Palamós, el cual abandonó para incorporarse a la U.E. Lleida.
Con el equipo catalán conseguiría el segundo ascenso a Primera de su historia en 1993, pero no duraría mucho el sueño, ya que se descendió al año siguiente. Tras otra campaña por Lérida, ficharía por la S.D. Compostela.
Con la entidad galaica disfrutaría de sus últimos partidos por la máxima categoría, participando en 17 encuentros durante el curso 95\96. Con el Mérida viviría otro ascenso a Primera, pero sin protagonismo alguno. Virgilio acabaría su carrera con equipos como el Córdoba, Binéfar, Águilas y Figueruelas.
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