- Antonio dijo en su día que él y sus compañeros serían recordados por la maravillosa era del "Queso Mecánico", y no se equivocó. Hoy es fácil no olvidarse de aquel gran Albacete y los muchachos que posaron para sus cromos, los cuales aún siguen siendo objeto de muchos coleccionistas.
Hablamos de un equipo que escribió una brillante página en su historia, que fue capaz de ascender de Segunda B a Primera en tiempo récord, y este delantero vivió varios ascensos a lo largo de su carrera.
Disfrutó de un gran momento de su vida deportiva con el "Alba" en el máximo nivel, en el que también representaría al C.F. Extremadura antes de retirarse, después de haber logrado otro vibrante ascenso.
Nació el 20 de mayo de 1965 en la localidad conquense de Iniesta (España), un nombre sagrado en la historia del fútbol español, solo por recordar al también jugador manchego Andrés Iniesta, un grande de nuestro fútbol.
Como no, en el Albacete Balompié inició su carrera deportiva. A principios de los ochenta, Antonio empezaría a jugar en Segunda B con diecisiete años. En la campaña 82\83 tendría 3 apariciones con el cuadro albaceteño.
Durante unos años tendría que acostumbrarse al fútbol modesto, compitiendo en la categoría de bronce y logrando un ascenso a Segunda en 1985. Todo cambiaría con la llegada de Benito Floro al banquillo del Carlos Belmonte. Él sería el entrenador que daría un gran giro al Albacete, quien lo convertiría en el "Queso Mecánico".
En la campaña 89\90 se conseguiría ascender nuevamente a la división de plata, en la que el cuadro manchego sorprendería a muchos para obtener su histórico ascenso a Primera División en el ejercicio 90\91.
El Albacete ya estaba entre los grandes, y así Antonio cumpliría el sueño de debutar en el fútbol más profesionalizado. El capitán tardaría unas jornadas en estrenarse en el máximo nivel, y lo haría en una gran cita del Santiago Bernabéu contra el Madrid. El duelo terminó con derrota por 2-1.
Antonio seguiría jugando jornada tras jornada, hasta al fin celebrar su primer gol. El 22 de diciembre de 1991, el ariete conquense daría unas Navidades tranquilas a su afición, viendo puerta en su estadio, para ganar al Espanyol por 3-2.
- Goles haría muchos más, logrando la permanencia con el equipo de su tierra a medida que la leyenda de aquel "Alba" fue creciendo. Aquel gran equipo incluso estuvo a punto de competir por Europa.
Hasta cuatro años disfrutó de la Primera División con el club manchego, dejándolo en la división superior a mediados de los noventa, que fue cuando el querido capitán abandonó el Carlos Belmonte.
Pero Antonio reaparecería en nuestras colecciones, ya que se uniría a un Extremadura con el que ascendería a Primera en 1996. De esta forma, el punta conquense tendría la oportunidad de jugar un año más en el máximo nivel, dejando en el mismo dos dianas más antes de jubilarse.
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