- Empezó jugando para algunos clubes vascos hasta que tuvo la oportunidad de debutar en Segunda B. Para ello viajó hasta Melilla, de donde pasó al Lemona y más tarde al Recreativo de Huelva.
El Rayo Vallecano sería el destino perfecto para estrenar su profesionalidad. Con el equipo madrileño consiguió ascender a Primera y fue titular en la mayoría de los partidos. Lo raro es que no se le volvió a ver por el alto nivel.
Su carrera transcurriría por divisiones menores, pasando por el Mérida, Albacete Balompié y Hércules. Baroja se acostumbraría al fútbol más modesto, puesto que luego defendería los intereses de humildes como el Torrellano, Benidorm, Novelda, Finestrado o U.D. Benissa.
- Conocimos sus ejemplares como rayista, pero también posó para el Mérida cuando el equipo logró ascender a Primera División. Baroja estuvo en las colecciones de la campaña 96\97, pero no jugaría más en el máximo nivel.
José Luis Baroja Galán fue un defensa central que nació en Vitoria-Gasteiz (España), el 21 de mayo de 1970. Empezó jugando para la sección juvenil del Aurrera de Vitoria, del que salió para unirse al Athletic de Bilbao.
De la misma forma, Baroja jugaría para la escuadra juvenil del club rojiblanco, pero su permanencia se resumiría a Lezama, sin opciones de aspirar a más. En 1990 firmaría por el Gernika.
Para poder competir en niveles mayores, José Luis Baroja tuvo que irse hasta la otra punta del país, cuando fichó por la U.D. Melilla. Con este equipo conocería la Segunda División B, en la que después competiría también con Lemona y Recreativo de Huelva.
En 1994 se produce su fichaje por el Rayo Vallecano, con el que el defensa vitoriano al fin iba a conocer el balompié profesional. Lo haría con David Vidal, el entrenador que no acabaría una campaña en la que se celebró el ascenso a Primera División, algo que ya ocurriría con Paquito en el banquillo de Vallecas.
Baroja había tenido mucha participación en aquel rápido ascenso rayista. Ahora le tocaba probar el reto más importante de su vida, el que disfrutaría con Pedro Mari Zabalza al cargo del club de la franja.
El 4 de octubre de 1995, el zaguero vasco contaría con unos minutos en la visita a San Lázaro, donde el Rayo se mediría al Compostela. Los gallegos acabarían imponiéndose por 1-0. Ya en las siguientes jornadas, Baroja conseguiría establecerse en la titularidad.
- Acabó siendo titular en aquella campaña 95\96, la cual terminó con la permanencia del Rayo Vallecano. Por su parte, Baroja participó en 33 partidos del máximo nivel y, además, dejó un par de goles, ante el Real Zaragoza y Sporting de Gijón. Lo extraño es que ya no volvería a jugar más en Primera.
Pudo hacerlo con el C.P. Mérida, equipo con el que al año siguiente festejó otro ascenso al nivel superior. Por desgracia, el entrenador no contaría con el vasco de cara al curso siguiente.
Baroja continuó con su carrera jugando en clubes de perfil más bajo, pasando por el Albacete y un Hércules que bajaría a Segunda B. Después se perdería por el fútbol modesto, hasta retirarse en 2009, con el Guardamar.
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