- Tuvo su momento con el Racing de Santander, con el que se formó y dio el salto a Primera División en los años ochenta. Así empezamos a conocer a este centrocampista que en el club cántabro permaneció cinco temporadas.
La mayoría fueron jugando en la máxima competición, aunque también vivió un descenso con su rápido ascenso. Ya sin protagonismo, Mario tendría que marcharse al C.D. Logroñés, competidor del segundo nivel.
En Segunda estuvo también con el Lleida tras celebrar un ascenso en La Rioja, pero no volveríamos a verle en la división superior. Es más, Mario acabaría jugando para clubes más modestos, pasando por el Gandía, S.D. Ibiza, Ponferradina, Real Jaén y Ávila, donde colgó las botas.
- De sus apariciones con el Racing poco puedo recordar. Le tengo más presente como un coleccionable ya olvidado, pero la memoria siempre trabaja para no olvidar aquellas estampas que coleccionábamos y en las que este jugador tuvo su presencia en parte de los años ochenta.
Se llama José Mario Torres Mirones, pero en los cromos aparecía símplemente como "Mario". Algunos periodistas se referían a él con el acompañamiento del primer apellido, pero apenas hallamos información sobre como se movía por el terreno de juego.
Mario nació en la localidad cántabra de Vioño de Piélagos (España), el 19 de febrero de 1963. Pasó su etapa juvenil en las filas menores del Racing de Santander, llegando a la plantilla profesional a principios de los ochenta.
Empezaría a contar para Moruca, el técnico que le iba a conceder su debut en Primera División. Este acontecimiento se produjo el 7 de octubre de 1981, en enfrentamiento en El Molinón contra el Sporting de Gijón. El debutante tuvo apenas un cuarto de hora en un choque con derrota por 2-0.
Tuvo más minutos en aquella temporada en otro difícil duelo ante el Barça en el Camp Nou. Así se cerraría el ejercicio para Mario, que se quedaría en la primera plantilla de cara a la temporada siguiente.
Mario tendría muchas más apariciones en la campaña 82\83, en la que se estrenó como goleador de Primera, en un partido contra el Zaragoza que terminó con victoria en El Sardinero (2-1).
Justo cuando el joven medio cántabro estaba disfrutando de mucho protagonismo, el Racing descendió a Segunda acusando una mala campaña. Por suerte, el club cántabro festejaría un rápido ascenso al año siguiente, con un Mario que figuró como uno de los jugadores más importantes.
- Seguiría contando para José María Maguregui, pero Mario no se establecería en la titularidad. De todos modos, el de Vioño de Piélagos siguió jugando bastantes partidos, algo que no ocurriría en el curso 85\86.
De repente, Mario se vería marginado en el banquillo y eso acabaría provocando su marcha del Racing. No volvería a jugar en Primera División, en la que completó unas cifras de 59 encuentros y 3 tantos.
Terminada su estancia en el club cántabro, Mario jugaría en la categoría de plata con el Logroñés. En Las Gaunas celebró un ascenso y se fue al Lleida, con el que tuvo sus últimos duelos en Segunda División. Luego pasaría por el Gandía, Ibiza, Ponferradina, Real Jaén y se retiraría en Ávila.
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