- A lo largo de la década de los noventa fueron desfilando por nuestras manos muchos cromos de jugadores vascos pertenecientes a la Real Sociedad. Algunos consiguieron llegar más lejos y otros se conformaron con debutar en Primera División y poco más.
Quizás ese sea el caso de Xabier Guruzeta, un defensor de la cantera de Zubieta que llegó a tener su participación por la primera categoría española entre principios y mediados de los noventa.
Cuando se quedó sin opciones en la Real, el eibarrés probaría suerte en otros clubes de menor nivel, pasando a jugar para Deportivo Alavés, C.D. Ourense, Castellón y Eibar, donde ya finalizó su carrera.
- Adía de hoy, otras generaciones más modernas pueden coleccionar a su hijo Gorka Guruzeta, delantero del Athletic que se halla compitiendo en el alto nivel. También está Jon, el hijo menor, que aún no ha conseguido llegar a la élite.
Xabier Guruzeta Aizpún tuvo que luchar mucho para llegar a tales esferas, como fiel producto de la cantera de la Real que acabaría completando en Primera unos números de 59 apariciones y un tanto. El resto fue entre Segunda y Segunda B.
Nacido el 15 de marzo de 1970 en la localidad guipuzcoana de Eibar (España), este central fue trabajando en las categorías menores del club donostiarra hasta subir otro peldaño con el "Sanse".
Fue Marco Antonio Boronat quien le llamó para ejercitarse con los mayores con la llegada de los años noventa, y así harían otras perlas de Zubieta como Imanol Alguacil, Andoni Imaz, Bittor Alkiza, Javier Yubero y otros tantos.
Tarde o temprano, a Guruzeta le tocaría su turno con la Real, y sería a comienzos de la campaña 90\91, en un encuentro correspondiente a la Copa de la UEFA frente al Lausanne suizo. Aquel día, los donostiarras se impondrían por 1-0 en su feudo.
Lo que es en Liga, el canterano debutaría poco después, el 7 de octubre de 1990. Otra vez en Atotxa, contaría con unos minutos ante la visita del Real Madrid, con el que hubo reparto de puntos (1-1).
Guruzeta continuaría con el filial hasta el año siguiente, que fue cuando se convirtió en casi un fijo de las convocatorias de John Benjamin Toshack. El técnico galés le concedería 15 apariciones y el defensor respondería con buen rendimiento y su único tanto en la máxima división.
- Empezamos a familiarizarnos con su rostro en las colecciones de los noventa, y así fue hasta mediados de la década. Aunque Guruzeta tendría más oportunidades, nunca llegaría a ganarse la titularidad.
Fueron cuatro temporadas jugando entre los más grandes, hasta que dejó de contar para el primer equipo de la Real Sociedad. Por ello, en 1995 se marcharía al Deportivo Alavés, de Segunda División.
En la categoría de plata también jugó Ourense durante un par de campañas, pasando después por el C.D. Castellón, del que salió para fichar por el equipo de su ciudad. Poca participación tuvo con el Eibar en Segunda, con el que ya se retiró en el cambio de milenio.
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