- Solo representó a dos clubes a lo largo de su carrera profesional, y ambos dividen su corazón. Patxi Salinas echó raíces en Vigo, una ciudad donde es respetado y a la que honró defendiendo a su Celta.
Salió de la cantera del Athletic de Bilbao y debutó como profesional a lo grande, ganando títulos y disfrutando de este deporte en su propia tierra. Así acumuló muchos partidos en Primera División.
Con el Celta más de lo mismo. Estuvo seis años en el club gallego, con el que luchó por la permanencia y casi sale campeón de Copa. También disfrutó de las competiciones europeas y a punto estuvo de conseguirlo como céltico, pero Patxi se retiró antes de vivir semejante hazaña.
- Todos los celtistas le consideramos una leyenda celeste, un profesional que defendió nuestros colores como pocos, un tipo que se dejó seducir por la ciudad olívica y sus costumbres.
Al igual que su hermano Julio Salinas, este defensor también llegaría a representar a la selección de España, aunque en menos ocasiones. También ganó menos títulos que su hermano, pero ambos fueron coleccionables durante muchos años.
Y no es que Francisco Salinas Fernández tenga nombre y apellidos muy vascos, pero se hacía llamar "Patxi", y era del mismo "Botxo". Este defensa central nació el 17 de noviembre de 1963 en la gran Bilbao (España). Al igual que Julio, se crió en el barrio de San Adrián, y ambos se formarían en la cantera del Athletic. Patxi desde los diez años.
En Lezama aprendieron todo lo necesario para alcanzar la profesionalidad con un club que entonces aspiraba a mucho. A partir de principios de los ochenta, este fortachón defensa ya jugaba para el filial, convenciendo para ganarse un sitio en la primera plantilla.
Ya estaba Javier Clemente engrasando la máquina cuando Salinas consiguió debutar en la categoría máxima del fútbol español. El 10 de noviembre de 1982, el zaguero bilbaíno sería titular en El Helmántico frente al Salamanca, donde el Athletic venció por 0-1.
Tuvo otras 4 apariciones en aquella campaña 82\83 que terminó con el título liguero para el cuadro vasco de Clemente, y aún habría que sacar de paseo más veces la mítica "Gabarra".
Patxi Salinas disfrutaría de otro campeonato de Liga y esa Copa que formaría un histórico doblete al año siguiente. Ya más acomodado en la plantilla, celebraría la Supercopa para cerrar aquella dorada época.
- En el equipo de su ciudad permaneció hasta 1992, después de una década de éxitos y una amplia trayectoria por el máximo nivel que se prolongaría con su llegada al Celta de Vigo. Eso sí, para Patxi Salinas se acabarían los títulos, aunque no el buen fútbol.
En el equipo vigués sería un hombre de peso en el vestuario, el típico que nunca baja los brazos y que contaminaba de entusiasmo a sus compañeros. Con Txetxu Rojo, Salinas sería indiscutible.
Con el Celta estuvo a punto de ser campeón de Copa otra vez, pero no pudo ser. Sí pudo ayudar a que Balaídos celebrase su vuelta a Europa, cerrando sus números en Primera con 432 partidos y 11 tantos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario