- A raíz de su breve estancia como entrenador del R.C. Celta, me vino aquel recuerdo de la infancia en el que Antonio López figuró como cromo de Real Murcia, Sevilla y Atlético de Madrid. Ahora es entrenador, y con un amplio recorrido a sus espaldas, tanto en España como en el extranjero.
Cordobés de nacimiento, se formó en el Sevilla F.C. y poco tardó en dar el salto al nivel profesional. Sin sitio en el equipo hispalense, Antonio tuvo que jugar en Segunda con Burgos y Real Murcia.
Con el equipo murciano pudo resarcirse y sumar más partidos en la Liga Española. Así convenció a la directiva del Atlético de Madrid, donde tuvo que retirarse por culpa de una grave lesión de rodilla.
Antonio López Habas fue un defensor que nació el 28 de mayo de 1957 en Pozoblanco, Córdoba (España). En otra provincia andaluza hallaría la oportunidad de crecer como futbolista, en la cantera del Sevilla F.C.
Ascendió al Sevilla Atlético y fue asumiendo sus primeros partidos en la categoría de bronce. Luis Cid "Carriega" no tardaría en darle sus primeras convocatorias con la plantilla profesional.
Las primeras actuaciones del zaguero cordobés llegarían en la competición de la Copa del Rey, debutando en un choque frente al Rota en el que dejó su primer tanto como profesional. Aquella tarde, el equipo hispalense se impondría por 5-1 en su estadio.
Tras otros compromisos de Copa frente a Díter Zafra y Córdoba, López se estrenaría en Liga, el 20 de mayo de 1979. Fue en una derrota en El Helmántico ante el Salamanca, por 3-1.
López ya se quedaría con el grupo profesional y tendría su propio cromo como sevillista. En la campaña 79\80, el jugador apenas tendría oportunidades, por lo que se pensó en una cesión a otro club más modesto.
Halló un hueco en la plantilla del Burgos, que entonces competía en Segunda División. El cordobés sorprendería con bastantes goles en su último año por El Plantío, cuando la entidad castellana sufrió el descenso administrativo. Eso haría que Antonio tuviese que abandonar el club burgalés.
- En Segunda también se encontraría al Real Murcia, su siguiente destino. Con Eusebio Ríos de entrenador, López se sentiría titular y ayudaría al cuadro "pimentonero" en su ascenso a la máxima división.
Así es como Antonio López se aseguró dos años más por la élite del fútbol español, y aprovechó para dejar sus únicos goles con el Murcia. Lástima que el Murcia acabó descendiendo a Segunda en 1985.
Antonio López no seguiría más por La Condomina y, sin saberlo, ahí terminaría su experiencia por la máxima división, con 48 partidos y 2 goles. Había fichado por el Atlético de Madrid, pero su carrera terminaría temprano, por culpa de aquella maldita lesión de rodilla.
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