- Pese a que fue cromo para la gente de mi quinta, Emilio López nunca pudo debutar en Primera División. Al menos, sí que llegaría a debutar con el Celta en competición oficial, club al que perteneció durante años.
Jugó para su filial, el Arousa y abandonaría su Vigo natal para buscarse las habichuelas por otras competiciones de nivel inferior. Con el Figueres participó en Segunda B, antes de fichar por el C.D. Badajoz.
Este portero cumplió con una extensa trayectoria que acabó para que luego trabajase como ejercitador de jóvenes arqueros. Emilio llegaría a ser indiscutible en Badajoz y fue Trofeo Zamora de Segunda División. También defendió la meta de Leganés, Osasuna, Real Jaén y Hércules de Alicante.
Aquí voy a mostrar el cromo de Emilio en la campaña 92\93, que fue la única en la que el cancerbero vigués contó con su representación en los años que pasó en el equipo de su ciudad, donde tuvo pocas oportunidades.
Jugó muy poco, pero yo mismo me encargué de darle la titularidad en aquellos míticos juegos de chapas en las que confeccionábamos nuestros onces. Aunque siempre me gustaron Javier Maté o Santi Cañizares, hice que Emilio se sintiese protagonista en mis juegos de calle.
Emilio López Fernández nació en Vigo (España), el 9 de julio de 1965. Tuvo la oportunidad de ingresar joven en el R.C. Celta, llegando a defender los intereses del Gran Peña, entonces filial de la entidad celtiña.
Pasó brevemente por el Arousa antes de ser llamado por José Manuel Díaz Novoa para entrenar con el primer equipo. Aunque Emilio entró en alguna convocatoria, todavía no llegaría su momento para debutar.
Durante la campaña 89\90, el meta vigués conseguiría tener sus primeras apariciones oficiales con el Celta. Su estreno en la Copa del Rey llegó el 25 de octubre de 1989, cuando Novoa le alineó como titular en un choque frente al Sestao que terminaría con empate a uno.
En aquel mismo curso, Emilio sería titular de nuevo en la competición copera. Esta vez se recibiría al Valencia en Balaídos, y el joven guardameta lograría dejar su portería a cero. El encuentro finalizó en empate.
Con el equipo en Segunda División no iban a cambiar las cosas. Maté y Patxi Villanueva serían las primeras opciones en la portería del conjunto gallego, y Emilio no conseguiría sumar partidos por entonces, aunque estuvo en plantilla en el año del retorno al nivel superior (1992).
Al Celta había llegado Santiago Cañizares, y Txetxu Rojo tendría claro con quien contar para mantener el tipo en la categoría. El cancerbero madrileño sería indiscutible y se llevaría el Trofeo Zamora del ejercicio 92\93.
Fue la última vez que pudimos tener a Emilio en el interior de los sobres de cromos. El portero vigués no tuvo más apariciones con el club de su ciudad, del que saldría sin la suerte de haber podido debutar en Primera.
- Emilio tendría que aceptar jugar desde muy abajo, fichando por un Figueres que se hallaba en Segunda División B. El gallego sería indiscutible y llamaría la atención de los directivos del Badajoz.
En el club extremeño iba a sentirse importante. Tendría algunas apariciones en la campaña 94\95 y saldría prestado al C.D. Leganés, con el que fue uno de los porteros más importantes del segundo nivel. Eso le permitiría encontrar su sitio en el equipo pacense.
Fue un jugador indiscutible para Antonio Maceda, quien le concedió la titularidad para figurar como el arquero menos goleado de la temporada 96\97. Aún pasaría otras dos temporadas en el C.D. Badajoz, ambas compitiendo en Segunda y peleando por un ascenso que no llegaría.
A finales de los noventa defendió los intereses de Osasuna, y también los del Jaén en su última participación por la categoría de plata. Emilio se retiraría con 37 años, después de dos años con el Hércules.
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