- Abrimos la vieja caja de cromos y nos encontramos con un político. Ya hemos conocido casos de futbolistas que se han dedicado a la político, deportistas de renombre como Romário, Oleg Blokhin, George Weah y, sin irnos tan lejos, el defensa gallego Tomás Reñones.
Juan Carlos García ejerció como alcalde de Santa Cruz de Bezana, en su Cantabria natal. Pero no hay que olvidar que un día ocupó nuestro tiempo, tanto en el ámbito deportivo como en el entretenido arte de coleccionar.
Casi toda su carrera se desarrolló en su Racing de Santander, a excepción de un breve paso por el Linares. Con el equipo santanderino probó en Primera, Segunda y Segunda División B, ya cuando decidió retirarse.
- Debemos tener en mente estos cromos y todos aquellos que lució como racinguista, pues no hubo otra representación gráfica en la que Juan Carlos haya aparecido que no haya sido con la elástica blanca del Racing, en ocasiones, con franjas verdiblancas.
Juan Carlos García Herrero fue conocido en el fútbol por su nombre de pila. Nació en la localidad cántabra de Reinosa (España), el 27 de septiembre de 1958. Por esas bellas tierras, empezó a jugar al fútbol como un prometedor centrocampista de creación.
En los lejanos años setenta, Juan Carlos tendría la posibilidad de entrar a formar parte del sistema juvenil del Racing de Santander, ese club en el que figura como el sexto jugador con más partidos de la historia.
Su estreno profesional llegaría a lo largo de la campaña 1976\77, siendo convocado por José María Maguregui para un encuentro de la Copa del Rey. En octubre de 1976, el joven medio cántabro tendría unos minutos en un duelo en casa contra el Linares, el cual acabó con empate a dos.
Precisamente en el Linares iba a jugar años después, pero antes tendría que llegar su debut en Liga. Juan Carlos haría mucho ruido jugando para el Rayo Cantabria antes de volver a ser nombrado para el primer equipo.
Esta vez sería citado por un técnico de la casa, quien había sucedido a Nando Yosu en el cargo. Santi le concedería la titularidad en Alicante, donde el Racing se enfrentaba al Hércules. Aquel 13 de mayo de 1979, los cántabros se marcharían del Rico Pérez con una sufrida derrota por 1-0.
Alguna que otra aparición más tendría con el equipo de mayores, que irremediablemente descendería a Segunda División en aquel año 1979. Juan Carlos tendría mucha más continuidad en la categoría de plata.
- En Primera no iba a ser tan fácil. El Racing ascendería en 1981, pero Juan Carlos apenas contaría para el entrenador y eso es lo que propició que acabase cedido en el Linares C.F. de cara al curso 82\83.
Con el cuadro jienense tendría una fenomenal actuación en Segunda que le permitiría volver a Santander, que otra vez se hallaba en el segundo nivel. Poco se tardaría en retornar a la élite, con Juan Carlos más curtido.
Tuvo otros tres años para adaptarse a la división de oro, en la que Juan Carlos haría unos números de 87 partidos y ningún gol. El resto de su estancia por El Sardinero fue para vivir la decadencia del club, con el que acabaría retirándose compitiendo en Segunda B, ya aprincipios de los noventa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario