- No tenemos que hacer un gran esfuerzo de memoria para recordar los cromos de este centrocampista que dejó de jugar hace diez años, en su segunda etapa con el Real Zaragoza. Con este club ganó sus títulos, aunque también tuvo que lamentar el descenso a Segunda y momentos muy tensos.
Movilla descubrió la alta competición como miembro de un Málaga con el que ascendió desde la categoría de bronce. También tuvo que comerse malos tiempos por Manzanares, como miembro del Atlético de Madrid.
Se celebró el ascenso "colchonero" y llegó su exitosa etapa como zaragocista, aunque también tendría tiempo de representar en Primera a clubes como el Rayo Vallecano o Real Murcia. Movilla era un tipo ascensor.
- Le coleccionamos varias generaciones, ya que la carrera de José María Movilla se extendió entre los años noventa y la segunda década del nuevo milenio. No tenemos excusa para no haber pegado un cromo suyo en los álbumes.
Este centrocampista de buen pie nació el 8 de febrero de 1975 en Madrid (España). De él decían que era capaz de ir dando toques al balón hasta su casa, subiendo incluso las escaleras. Jugó a nivel escolar y en equipos de barrio, hasta ingresar en la cantera del Leganés.
Internacional por las categorías menores de la selección española, Movilla pasó a las divisiones juveniles del Real Madrid y ya conocería la Segunda B jugando para el Moscardó.
Tuvo una breve experiencia jugando para el Numancia antes de retornar al modesto club madrileño, del que saldría al Ourense y más tarde al Málaga, con el que tuvo que competir en la categoría de bronce.
Aquel pelón imberbe que tenía cara de buen chaval demostraría un nivel asombroso para ayudar al equipo de la Costa del Sol, con el que disfrutaría de dos ascensos consecutivos para poder llegar al fútbol de élite. La Rosaleda se vería en Primera División a finales de los noventa.
De la mano de Joaquín Peiró, el mediocampista madrileño debutaría en la categoría máxima. El 22 de agosto de 1999 llegaría ese gran día, cuando la escuadra malacitana se enfrentó en su campo al R.C.D. Espanyol. Los andaluces ganarían por 1-0, pero Movilla sería expulsado.
Aún le quedaban muchos años para competir por el nivel superior, y dos de ellos serían con un Málaga que acabó aspirando a las competiciones europeas. Sin embargo, el medio madrileño volvería a la capital.
- Fichó por un Atleti en serios problemas, que ya llevaba dos años en Segunda División. Con Movilla en sus filas, el equipo rojiblanco conseguiría ascender de nuevo a Primera con Luis Aragonés.
Año y medio más estuvo jugando para el Atlético de Madrid, para luego irse a un Zaragoza con el que iba a celebrar los primeros títulos de su carrea. Nada más llegar alzó la Copa del Rey y la Supercopa.
Después de sus años con el equipo maño, Movilla jugó para Murcia y Rayo, con los que también estuvo compitiendo en Segunda. Volvió al Zaragoza para terminar su experiencia por el primer nivel, completando 299 partidos en los que dejó 9 tantos. En 2014 terminó su carrera profesional.
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