- Muy poco tiempo hubo para coleccionar a este defensa mallorquinista que jugaba con el apellido Gallardo. Solo pudimos contar con un par de adhesivos de la campaña 1983\84, la única que compitió en Primera División.
Empezó a jugar al fútbol por su Málaga natal, de donde ya se fue a Mallorca, con el que jugó en el tercer nivel. Volvería a su ciudad para representar al C.D. Málaga en la categoría de plata, pero jugó muy poco.
De vuelta por Mallorca, Gallardo pasó a ser un hombre importante que colaboraría en los ascensos que llevarían al conjunto "bermellón" a competir en la alta competición. Poco duró la alegría, pues se bajó al año siguiente y el zaguero continuó un año más, para luego irse al Polideportivo Almería.
Su retirada se produjo poco después, con su retorno a tierras malacitanas, donde representó al modesto C.D. Antequerano. Casi ya olvidado, este jugador siempre será considerado como una leyenda mallorquinista.
Rafael Gallardo Muñoz nació el 11 de enero de 1954 en Málaga (España). Por su Andalucía natal empezaría a jugar al fútbol, en el colegio, en los parques, en campos improvisados...
Ingresó joven en la cantera del C.D. Málaga, donde empezó a progresar como un defensor con buena anticipación y duro en los marcajes. A mediados de los setenta ya jugaba para el equipo juvenil del equipo malagueño.
Gallardo se marcharía a Mallorca en 1976. Entonces, el equipo balear concursaba en la Tercera División española, ya que la Segunda B ni existía. El joven zaguero retornaría a su tierra nada más acabar la temporada.
Al fin sería tenido en cuenta para el primer equipo del C.D. Málaga. José Luis Fuentes le concedería sus primeros minutos en la categoría de plata, en un duelo a domicilio contra el Calvo Sotelo que se saldó con victoria por 2-4.
Después jugaría en otro encuentro de Copa, y aún seguiría sumando apariciones ligueras, contando con la titularidad en ocasiones. El Málaga buscaba el ascenso a Primera, algo que no pudo ser hasta el año siguiente. Por su parte, Rafael Gallardo seguiría jugando para el conjunto filial.
La Rosaleda acabaría celebrando su ascenso a finales de los setenta. Gallardo solo había cumplido con apariciones coperas, ya que apenas contó para Sebastián Viberti. Por ello, el jugador tuvo que buscarse otro destino.
Regresó a Mallorca de cara al ejercicio 1979\80. Esta vez, la competición española iba a sufrir un cambio de categoría. La Tercera pasaría a ser una Segunda División B a la que hoy llamamos Primera Federación.
En la nueva división, Gallardo tendría bastantes apariciones y se convertiría en una de las bases fundamentales del conjunto "bermellón", liderando la zaga de un equipo que en 1981 celebraría su ascenso al segundo nivel, con Antonio Oviedo Saldaña de entrenador.
Poco más se iba a tardar en llegar a Primera División. Lucien Muller había llegado al banquillo del Luis Sitjar, para dirigir con éxito a una escuadra mallorquinista que completaría su gesta en el curso 82\83.
- Más vale tarde que nunca, se suele decir. Rafael Gallardo conseguiría debutar en Primera con el Real Mallorca. Esto ocurriría el 11 de septiembre de 1983, en un encuentro celebrado en El Helmántico, con el Salamanca de anfitrión. El resultado entre ambos conjuntos fue de empate a uno.
El zaguero andaluz jugaría bastantes partidos con el cuadro balear, con el que llegaría a disputar un total de 34 duelos, la mayoría de ellos como titular. En general no fue el mejor año, pues se descendería a Segunda División.
El malacitano no hizo goles en su único año de concurso por el primer nivel... o sí. Gallardo tuvo la mala fortuna de hacerse dos goles en propia puerta, en los enfrentamientos con Valencia y Real Sociedad.
Continuaría un año más en el Real Mallorca, con el que no podría celebrar otro ascenso al máximo nivel. Gallardo dejaría la entidad balear tras seis temporadas consecutivas, para luego representar al Polideportivo Almería en Segunda B. Más tarde colgó las botas en el C.D. Antequerano.
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