- Tenemos otro jugador con pasado "colchonero", aunque antes cogió experiencia con la RSD Alcalá. Tras unos años en el filial, Acosta tendría sus primeras apariciones en la categoría máxima con el Atlético de Madrid.
Como ocurre con muchos jóvenes, la falta de ocasiones le obligaría a buscar otros destinos, y el mediocampista jugaría para el Cádiz y un recién ascendido como el Lleida, donde tampoco le fue muy bien.
Con el Logroñés tuvo su mayor participación en la categoría de oro, aunque tampoco sería por mucho tiempo. El club riojano descendió y Acosta no volvió a jugar más por el alto nivel, pasando por el Sestao y Getafe antes de probar por Bélgica. Su carrera finalizaría en equipos amateurs.
Antonio Acosta Rivera nació en Madrid (España), el 22 de noviembre de 1971. Tan prometedor fue este jugador, que representó a la selección española en sus categorías menores.
En lo que a clubes respecta, Acosta fue dando los primeros pasos con la Real Sociedad Deportiva Alcalá, con la que debutó en Segunda B. En esta categoría tuvo algunas apariciones antes de unirse al Atlético de Madrid.
Inicialmente fue jugando para las secciones inferiores del club madrileño. Sorprendería su rendimiento con el filial directo, para el que Acosta llegaría a marcar 20 tantos en la campaña 1992\93.
Su rendimiento por la categoría de bronce demostraría que el nivel amateur le venía pequeño, que ya merecería sus primeras apariciones como profesional. En una temporada que no sería buena para el club de Manzanares, Luis Aragonés decidiría darle sus primeros minutos.
El 30 de septiembre de 1992, el centrocampista sería titular en un compromiso de la Recopa europea. Fue en un duelo frente al Maribor esloveno, al que el equipo rojiblanco vencería por un contundente 6-1.
Acosta tendría otra oportunidad ante el Trabzonspor turco, jugaría en la Copa del Rey y ya contaría con sus primeros minutos en Liga, ya con el campeonato casi finalizado. En Las Gaunas, el joven talento sería titular contra el Logroñés, que en su feudo se impondría por 2-1.
- Ni fueron buenos tiempos para el Atleti, y ni tampoco habría muchas más opciones de triunfar para el bueno de Acosta, que abandonaría el club capitalino en 1993 para jugar en un Cádiz que se hallaba en Segunda División.
Después vendría su momento con Lleida y Logroñés, con los que cerraría en Primera 32 apariciones. El equipo de Las Gaunas bajaría al segundo nivel, y el madrileño continuaría su carrera por Sestao y Getafe.
De alguna manera, Acosta acabó por Bélgica y jugó para el Royal Antwerp. Después vendrían tiempos de fútbol humilde, jugando de nuevo por Alcalá y pasando por Coslada, C.D. Cobeña y Colonia Moscardó. Con el último colgó las botas, para luego iniciarse como entrenador.
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