- Promesa del fútbol portugués que llegó al R.C. Celta para triunfar, habiendo demostrado maneras con equipos como Os Belenenses y Benfica. No fue fácil ganarse el sitio en un equipo que aspiraba a meterse en Europa.
Internacional por las categorías menores de la selección lusa, Bruno Caires dispuso de muy pocas oportunidades en aquel Celta que empezó a asomar la cabeza entre los grandes, así que poco jugó en Primera División.
Tuvo una cesión al Tenerife y acabó regresando a su país, esta vez para intentarlo en otro grande como el Sporting C.P. Le faltó suerte para remontar su carrera, la cual continuaría realizándose por categorías bajas, pasando por equipos como el Maia, Covilhã y Louletano, donde se retiró.
Bruno Ricardo Mendonça de Caires nació el 2 de abril de 1976 en Lisboa (Portugal). Desde pequeñito entró a formar parte de la cantera del Benfica, donde fue progresando hasta mediados de los noventa.
Fue entonces cuando fichó cedido por Os Belenenses, equipo con el que Caires se profesionalizó. El centrocampista jugaría una quincena de partidos antes de reincorporarse a la disciplina lisboeta, en 1995.
El prometedor mediocampista fue jugando partidos con "As Águias" y hasta dejó sus primeros goles en la Primeira Liga. Su única conquista fue la copa nacional de 1996, para luego empezar un curso que no iba a concluir en el propio Benfica, ya que se marcharía a España.
Muchas cosas iban a cambiar en el Celta de Vigo. Al banquillo de Balaídos llegaría Javier Irureta como entrenador, que contaría con futbolistas como Aleksandr Mostovoi, Mazinho, Valeri Karpin y los portugueses Jorge Cadete y Bruno Caires, que llegaron al mismo tiempo.
El medio lisboeta tardaría un poco en debutar. Lo haría el 9 de noviembre de 1997, en el Heliodoro Rodríguez. Allí, el Tenerife se enfrentaría al equipo vigués, que sorprendería al imponerse por 1-3.
Caires solamente tendría otras 3 apariciones y ligueras, así como intervendría en los encuentros de Copa. Aquella campaña 97\98 fue muy buena, con el Celta clasificado para disputar la Copa de la UEFA.
- Poco contaría Caires para los entrenadores que en aquella época engrandecieron al equipo gallego, con el que el mediocampista tendría esporádicas apariciones en años que se recuerdan mucho por Balaídos.
La falta de protagonismo le llevaría a jugar cedido en un Tenerife que se hallaba en Segunda, donde tampoco fue capaz de brillar. Víctor Fernández seguiría contando poco con el portugués, algo que forzaría su salida.
Saldría de la entidad olívica con unos pobres números en Primera División, en la que solamente jugó 17 partidos. Se marcharía al Sporting de Portugal, pero tampoco entraría en los planes de Augusto Inácio. Caires acabó jugando para clubes modestos, finalizando su actividad en el Louletano.
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