- Yo siempre suelo decir que los porteros vascos y gallegos se llevan la palma en el fútbol español y hoy traigo la historia de un cancerbero pontevedrés. En el Arousa S.C. comenzó su carrera deportiva.
Claudio pasaría a formar filas en el Sporting de Gijón, donde nunca tuvo fácil ganarse el sitio. Eso sí, al meta gallego le valdría para conocer el fútbol en su máximo nivel, aunque muchas veces se conformase con la suplencia.
Pero en el club asturiano no se acabaría todo, ya que Claudio tendría otras opciones para competir en Primera con el Cádiz C.F. De cara al ascenso fue titular, aunque tras el ascenso tuvo que repartirse los minutos con Andoni Cedrún. El último club de su carrera sería el Rayo Vallecano.
Sin ser un portero de espectaculares maniobras, Claudio Silva García tenía otros atributos que le hacían ser muy bueno, como una excelente colocación bajo palos, carácter, reflejos y buena salida en el mano a mano.
Como deportista, Claudio empezó a darle al balonmano, una modalidad en la que ganó mucha agilidad. A esto jugó durante su etapa escolar, hasta que en su época universitaria empezó a probar con el balompié.
Entraría en la disciplina del Arousa S.C., donde ya se ganaría una gran reputación. Estando en categoría juvenil, Claudio sería llamado para representar a la selección galega de dicha categoría, donde iba a luchar por un puesto con el coruñés Paco Buyo.
Ya en mayo de 1975, el de Carril sería partícipe de una gran gesta con el conjunto arousano, con el que conseguiría el ascenso a la Tercera División. El Arousa sería campeón de la Regional Preferente gallega.
Claudio llamaría la atención de otros clubes, y así es como llegaría al Sporting de Gijón, para inicialmente jugar en el filial. Aunque entró en convocatorias del primer equipo, aún tuvo que esperar para debutar oficialmente.
Su primera aparición sería en un partido de Copa de la campaña 79\80, siendo titular en una victoria contra el Turón (2-0). En sus años como sportinguista, el arquero gallego tuvo que acostumbrarse a ser suplente de Jesús Castro, aunque en alguna ocasión le cedería su puesto para debutar en Primera División.
- Fue en la campaña 82\82 cuando Vicente Miera apostó por él y le hizo debutar en el alto nivel, en un partido en Zorrilla contra un Valladolid que ganaría por 2-1. Fue el año de gloria de Claudio, ya que pasado ese curso, no volvería a defender la meta del Sporting, aguantando en el club hasta 1982.
Abandonaría Gijón para viajar al sur del país, donde el pontevedrés ficharía por un Cádiz con el que sería imprescindible para lograr el ascenso a Primera. Así, Claudio jugaría por última vez por la élite.
Un año más estuvo por la "Tacita de Plata", terminando su recorrido en Primera con 40 partidos. Se marcharía al Rayo Vallecano para acabar su trayectoria. Una lesión de tibia y peroné le retiró del deporte.
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