- Es uno de los futbolistas que más recuerda el sevillismo que vivió los años setenta y parte de los ochenta. Pablo Blanco fue un buen defensor que ya debutó en Primera en la campaña 1971\72, tras una cesión al C.D. Alcalá.
Ya era una pieza fundamental del filial cuando se presentó en el primer equipo, que justo sufriría un cruel episodio al descender a la categoría de plata. El club hispalense tardaría tres años en volver a la división de oro.
También hubo tiempo para momentos buenos. Blanco disfrutó de noches europeas con el Sevilla y siempre se sintió importante, incluso cerca de su retirada. Toda su carrera profesional se desarrolló en el equipo de su ciudad, donde acabó retirándose como una leyenda.
Yo solamente tuve de él este cromo que veis a la izquierda (temporada 83-84). Le recuerdo sobre todo por su apellido, que es el mío por duplicado. Pablo José Blanco Blanco nació en Sevilla (España), el 16 de diciembre de 1951.
En los Salesianos de la Trinidad, jugaría para el C. D. Círculo Don Bosco. Descubierto por un ojeador del Sevilla F.C., el zaguero acabaría uniéndose al equipo hispalense en 1967.
A sus dieciséis años, Blanco pertenecería al club del que siempre fue seguidor, aunque saldría cedido al Club Deportivo Alcalá de cara a la temporada 1969\70. Luego se reincorporaría a la entidad hispalense, para ir progresando en las filas del conjunto filial.
Ya había crecido mucho en el ámbito deportivo, y sus dos años por Tercera con el equipo menor vendrían muy bien para explotar sus cualidades, y así es como el defensor pudo llegar a la primera plantilla sevillista.
Pronto tendrían sus primeros cromos disponibles los niños y coleccionistas de los setenta, puesto que Fernando Guillamón le llamaría para afrontar sus primeros minutos como miembro del plantel profesional.
El 5 de marzo de 1972, Blanco saldría de inicio en El Molinón para medirse al Sporting de Gijón. El equipo asturiano aguaría su debut, ya que ganaría por 1-0. El canterano intervendría en otros 4 encuentros de aquella temporada que acabaría con el triste descenso a Segunda División.
- Tres años duraría el agónico proceso de luchar por regresar a Primera, aunque a Blanco le vendría muy bien para adquirir mayor experiencia en el ámbito profesional, ayudando en el ascenso del ejercicio 74\75.
Con Roque Olsen se convertiría en un jugador importante del cuadro hispalense, con el que ya celebró sus primeros tantos y llegó a luchar por competir en Europa, pasando 13 temporadas como sevillista.
Fueron muchas tardes y noches compitiendo por el máximo nivel, querido por el sevillismo y aguantando en el equipo hasta la campaña 1983\84. Pablo Blanco optaría entonces por retirarse del fútbol, habiendo jugado en Primera 260 partidos en los que anotó 4 goles.
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