- Por la zona de Andorra se fue creando como futbolista antes de recalar en el Real Zaragoza. Ya sería para dar el salto profesional y jugar unos cuantos partidos en Primera División, aunque tuvo que interrumpir su progreso.
Pascual Sanz jugaría un año cedido en el Lleida, volvió al equipo maño y hasta llegó a ganarse la titularidad. Por desgracia, la suerte no le duró mucho y el centrocampista tuvo que abandonar la entidad zaragozana.
Ahí terminó su concurso por la alta categoría española, para después afrontar dos temporadas en la división de plata con el Mérida. Aún le quedaba cuerda para jugar el fútbol, aunque ya fuera del ámbito profesional. En los siguientes años jugó en el Córdoba, Casetas y volvió a Andorra.
Pascual Sanz Lacambra fue un mediocampista que nació el 19 de julio de 1963 en La Puebla de Alfindén, Zaragoza (España). En el Endesa Andorra tuvo la oportunidad de ir formándose para dar el salto a la Segunda B a principios de los ochenta, con Pedro Lasheras de entrenador.
Durante unos años compitió para el equipo andorrano, aunque tuvo que cumplir con el servicio militar y le tocó en las Islas Canarias. Pascual Sanz jugaría entonces para la U.D. Lanzarote.
Volvió al equipo del Principat y se convirtió en el líder de la medular, haciendo una estupenda labor que le llevaría a ser pretendido por otros clubes. En el verano de 1986, Pascual sería presentado como flamante fichaje del Real Zaragoza, lo que implicaría su salto profesional.
En el banquillo de La Romareda estaba Luis Costa, el hombre que le haría debutar en la categoría de oro. El 8 de febrero de 1987, Pascual Sanz sería titular en casa, ante la visita del Atlético de Madrid. Aquella tarde, la escuadra aragonesa se impondría por 1-0.
Contaría en más ocasiones para el entrenador, y el jugador respondería con buenas actuaciones y hasta celebraría su primer tanto como profesional, que sirvió para vencer al Racing en El Sardinero (1-2).
Pascual Sanz seguiría en plantilla al año siguiente, pero no sería fácil ganarse el puesto en aquel Zaragoza. Por ello, de cara a la campaña 88\89, el centrocampista se marcharía cedido al Lleida, de Segunda División.
- Fue muy buena su temporada con el equipo ilerdense, y eso sirvió para que entrase en los planes de Radomir Antic en su vuelta al Zaragoza. Con el técnico yugoslavo, Pascual tendría muchas más oportunidades.
La temporada 90\91 fue la mejor para el medio zaragozano, que disputó bastantes encuentros y casi todos fueron como titular. Ya con Víctor Fernández en el banquillo, su suerte iba a cambiar de forma repentina.
Su recorrido por Primera había llegado a su fin, con 86 partidos y 4 tantos para el Real Zaragoza. Después jugaría un par de temporadas para el Mérida, para después afrontar fútbol amateur con equipos como el Córdoba y Casetas. En 1996 terminaría su actividad con el Endesa Andorra.
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