- Si hay un portero que represente mejor al Sporting de Gijón, ese es Juan Carlos Ablanedo Iglesias, un asturiano de pura cepa que se tiró toda su carrera profesional jugando para el equipo de El Molinón.
Dieciséis temporadas en Primera División, que se dice pronto, mas la que aguantó en Segunda cuando ya estaba a punto de colgar los guantes. En definitiva, fue un "One Club Man" de los de toda la vida.
Tres veces fue Trofeo Zamora de la Liga Española, así que pocos me parecieron esos 4 partidos que tuvo para representar a la selección española. Fácil no lo tuvo, y menos teniendo en cuenta la existencia de otros arqueros como Andoni Zubizarreta, Paco Buyo o Luis Arkonada.
- Digamos que Ablanedo fue para el Sporting lo que Viti fue para el real Oviedo, el eterno rival. Ambos eran dos grandiosos porteros, dos mitos del fútbol asturiano que coincidieron en la misma época.
Nuestro protagonista de hoy nació en Mieres (España), el 2 de septiembre de 1963. Le conocimos como "Ablanedo II", ya que la parte primera era su hermano José Luis, un año mayor y de quien ya hablaremos más adelante.
Era la forma que había entonces de distinguir a jugadores con mismo apellido o nombre, poniendo un palito, dos y, en ocasiones, hasta tres. Los hermanos no solo se asemejaban en el nombre, pues algunos llegamos a pensar que eran gemelos. Pasábamos los cromos del Sporting y podíamos distinguirlos básicamente porque el menor era portero y el otro jugador de campo.
Al segundo Ablanedo le vimos evolucionar en cada cromo de cada temporada, hasta que su alopecia le hizo parecerse a Robocop cuando se quitaba el casco. Era lo que molaba de los futbolistas de antaño, que no tenían complejo alguno.
Por Mareo se vieron muy buenos porteros, pero pocos podrán emular al gran Ablanedo, quien tras hacer dos buenas campañas con el filial, se mereció un sitio en el primer equipo.
Tuvo la suerte de que fuera Vujadin Boskov el que le hiciese debutar en Primera División. Y como no podía ser de otra manera, Ablanedo dejaría su portería a cero en su primer "match" ante el Espanyol (1-0).
Aunque ese año tuvo que conformarse con una aparición, y con la suplencia en la campaña siguiente, Ablanedo no tardaría en ser el amo del arco de El Molinón. Ya en la Liga 84\85, el de Mieres sorprendió a todos ganando su primer ejemplar de Ricardo Zamora,... y no sería la única vez.
- Repitió trofeo al año siguiente, y volvería a honrar a la figura de Zamora en 1990, para dejar así constancia de su enorme talento bajo palos, y es que por algo le llamaban por Gijón "El Gatu".
Ese felino asturiano se tiró toda la vida defendiendo la portería del equipo sportinguista, ya que nunca lo abandonó. Trabajó siempre para un club humilde donde se sintió identificado, teniendo un inmerecido final de carrera en Segunda.
El Sporting de Gijón había perdido la categoría en el ejercicio 97\98, en la que aguantaría un año más, aunque ya como suplente. Se retiró con la conciencia tranquila, consciente de una brillante trayectoria en la que solo sirvió a su amado club, con el que disputó 399 encuentros en Primera División.
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