- Guardameta maño que tuvo sus mejores oportunidades como miembro del Zaragoza, al que llegó después de iniciarse en la categoría de bronce con el Huesca y Andorra C.F.
Fue un cromo de nuestras vidas durante toda la década de los ochenta, representando al equipo de su ciudad, con el único que pudo jugar partidos en el máximo nivel.
También gozó de la gran ocasión de ganar un título en su carrera. Fue con la Copa del Rey de 1986, torneo en el que fue titular, excepto en la gran cita de la final. Vitaller jugó durante muchos años para el equipo aragonés, para después colgar las botas en niveles menores con el Levante.
- Eugenio Vitaller Linares es un portero que puede esconder mil historias sobre su complicada profesión, la de tener que atajar balones y mantener su portería a cero. En ello le animó mucho Leo Beenhakker, un entrenador importante en su vida deportiva.
Dijo en su día que empezó en esto del fútbol con trece años. Vitaller nació en la misma ciudad de Zaragoza (España), el 26 de diciembre de 1958.
Con la Sociedad Deportiva Huesca dio los primeros pasos, debutando a finales de los setenta para cumplir con 13 apariciones en la Tercera División española. Al año siguiente, Eugenio ficharía por el Andorra C.F.
Poco más tendría que demostrar con el conjunto del Principado, donde tuvo muy buenas intervenciones que llamaron la atención de la directiva del Real Zaragoza, por el que fichó en 1981.
Beenhakker se hallaba en el banquillo de La Romareda, y Juan Luis Irazusta era el fijo para ocupar el puesto de portero, hasta que el técnico neerlandés tuvo que echar mano del joven cancerbero aragonés.
El 21 de febrero de 1982 llegaría su momento. Para superar sus lógicos nervios, buenos serían los consejos de su entrenador. En su primera gran cita, Vitaller dejaría su marco a cero ante la visita de Las Palmas, y el Zaragoza ganaría en casa por 1-0.
Vitaller tendría 9 apariciones en su primer año con el club maño, y Beenhakker le concedería la titularidad de cara al curso siguiente, en la que se mantuvo un año más, hasta que Enzo Ferrari llegó a La Romareda. El italiano prefirió al joven Andoni Cedrún.
- A partir de entonces, Vitaller tendría que acostumbrarse a la suplencia, aunque Luis Costa le otorgaría su confianza para los partidos de Copa, un torneo que se quedaría el Zaragoza en 1986.
Costa había confiado en el meta maño en las rondas coperas, pero no en la gran final contra el Barça, en la que el Zaragoza se impuso por 1-0. A Cedrún ya nadie le quitaría el puesto.
Durante ocho campañas fue miembro zaragocista, habiendo jugado 76 partidos en Primera antes de salir en 1989. Fue entonces cuando Eugenio Vitaller fichó por el Levante, equipo con el que se retiró tras competir durante tres años entre Segunda y Segunda División B.
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