- Sigamos con porteros. Hoy será el turno de un buen futbolista que, a lo largo de toda su carrera, solamente representó al Racing de Santander. Es una de esas grandes figuras a las que se caracterizan con la etiqueta de "The One Club Man". No hubo más que ele equipo de su ciudad.
Vivió tiempos de ascenso en sus primeros pasos como racinguista, así como también se vio compitiendo por la Segunda B. Casi a mediados de los noventa, Ceballos empezó a figurar en las colecciones de cromo.
A partir de entonces, a este arquero le esperaban muchos partidos en Primera División, un total de 284, para ser más exactos. Antes de retirarse, alzó al Racing a otro ascenso para seguir en el máximo nivel.
- El suyo es uno de los adhesivos que mejor recuerdo, pillándome en plena conversión a la adolescencia para descubrir un Racing al que no estaba acostumbrado a ver por la primera categoría. Su cromo siempre lo asocié al de Pinillos, otro guardameta de su época.
Desde hace años, José María Ceballos Vega sigue trabajando para el club de sus amores, trabajando como entrenador de jóvenes promesas para la portería y en un Racing que ansía poder codearse de nuevo con los más grandes.
Le llamaban "El gato de Pámanes", pues en esta localidad cántabra nació el 7 de septiembre de 1968. Empezó jugando para el Club Deportivo Cayón, de donde ya pasaría al Racing de Santander. En sus secciones menores se fue formando.
Aún quedaba mucho por descubrir de un joven y habilidoso portero que pronto se haría con un puesto en la plantilla del primer equipo. De la misma que iba jugando para el Rayo Cantabria, Ceballos ya entraría en las primeras convocatorias de Delfín Álvarez.
Ya era un meta destacado en el filial cuando recibió la llamada de José Ufarte para debutar con los mayores. El 10 de septiembre de 1989, Ceballos sería titular en la visita a Ipurua, donde logró mantener su portería a cero para conseguir una victoria ante el Eibar (0-2).
Con sus formidables acciones bajo palos, el de Pámanes conseguiría ganarse la titularidad, aunque los resultados de aquel curso 89\90 no acompañaron, y el Racing descendió a Segunda División B.
Ceballos seguiría siendo imprescindible para todo entrenador, ayudando a su equipo a recuperar la categoría y celebrando dos años después el histórico ascenso a Primera, con Paquito de entrenador.
- Entonces llegaría una maravillosa racha de partidos por la máxima categoría, ocho años en los que Ceballos pudo demostrar su alto nivel bajo el marco de El Sardinero... y así se mantuvo durante años.
Una vez más, el Racing de Santander se iba a ver en la categoría de plata, pues en el año 2001 nada se pudo hacer por eludir al descenso. Para volver a Primera confiaría más en el belga Erwin Lemmens.
Fueron 9 los partidos que tuvo Ceballos en aquel año de ascenso, aguantando una temporada más en el club cántabro, hasta colgar definitivamente los guantes con 34 años de edad. Con el Racing en la alta competición y a salvo, el de Pámanes se puso a trabajar como entrenador de porteros.
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