- Yo recuerdo a este canterano de la Real como un delantero con muchas posibilidades, las cuales trató de aprovechar pese a contar con una fuerte competencia entre el frente de ataque "txuriurdin".
Y es que de aquella, el equipo donostiarra contó con arietes como Darko Kovacevic, Oskar De Paula, Gica Craioveanu, Iñigo Idiakez o Ricardo Sá Pinto. La llegada de Nihat Kahveci le cerraría aún más las puertas de la titularidad.
Aldeondo tuvo que buscarse la vida por otra clase de fútbol, compitiendo por niveles aún menores con clubes como el Eibar, Córdoba, Logroñés, Real Oviedo u Hospitalet. Ya muy lejos del deporte profesional, este delantero navarro tuvo que retirarse cerca de casa, jugando para el River Ega.
- De modo que pocas fueron las ocasiones en las que Aitor Aldeondo Sarasa pudo formar parte de un álbum de coleccionables. Era un buen delantero, de esos con oficio y olfato de gol.
Nació el 25 de enero de 1975 en Pamplona (Navarra), pero vivió su infancia en la localidad de Andosilla, en la Rivera del Ebro. De allí son sus padres, y allí empezó a jugar al fútbol Aitor.
Tenía solo diez años cuando su familia se trasladó a San Sebastián. Empezó jugando allí en el Colegio Mundaiz, donde fue captado por ojeadores de la Real Sociedad, quienes le invitaron a formar parte de la cantera "txuriurdin" a finales de los ochenta.
Según avanzaban los años noventa, Aldeondo fue demostrando magníficas virtudes que le llevaron a destacar con el filial, llegando a explotar como el mejor goleador del "Sanse" en la temporada 1996\97, en la que marcó 14 tantos en Segunda División B.
Aldeondo sería llamado por Javier Irureta aquella misma campaña. El joven ariete debutaría en Primera el 15 de junio de 1997, estrenándose como goleador para ganar al "Compos" en San Lázaro (1-2).
Terminó aquella temporada con un partido más, disfrutando del éxito de una Real Sociedad que peleaba por entrar en Europa. Irureta cedería su sitio al austriaco Bernd Krauss, y éste metería a Aldeondo en la primera plantilla.
Aún sin desvincularse del filial, el navarro trató de convencer en cada oportunidad concedida por Krauss. Aitor llegaría a marcar 3 tantos más en Primera, teniendo muy pocas posibilidades de ganarse la titularidad pese a sus notables esfuerzos. Al menos, consiguió tener su propio cromo realista.
- Como veis, Aitor Aldeondo contaba con su estampa a todo color, si embargo, sus dos próximas campañas con la Real sería luchar por lo imposible, conformándose con los llamados minutos de la basura.
Poco más pudo aportar el de Andosilla, cumpliendo sus últimos momentos como miembro del club donostiarra para dejar en Primera División un total de 6 goles en 45 partidos. El nuevo milenio le traería peores tiempos.
En Segunda llegó a representar a Córdoba y Eibar, pasando a retos menores con L'Hospitalet y un Real Oviedo al borde de la desaparición. Otro club en riesgo de extinción fue el C.D. Logroñés, para el que Aldeondo jugó hasta el 2007, momento en el que se fue al modesto River Ega.
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